Nombre: Kagari. Se desconoce su apellido.
Edad: 14 años.
Sexualidad: (masculino) Bisexual.
Estatura: 1, 65.
Raza: Shinigami.
Ocupación: Se encarga de matar a quienes aparecen en su libreta.
Armas: Sus “guantes” con garras.
Habilidades:Muy ágil. Puede dar altos saltos en el aire y caer de pie como si nada.
Lista de Ataques:• Llamarada: Es capaz de invocar una ‘bola de fuego’ en su mano izquierda y lanzarla hacia su contrincante. Ésta no quema, simplemente lo inmoviliza por unos dos o tres minutos.
• Zarpaso: Al transformarse en shinigami, automáticamente unos guantes con largas garras aparecen en sus manos. Con éstas, es capaz de golpear al contrario cuantas veces quiera y mientras esté a su alcance.
• Hoz: Aparece en sus manos cuando llega el momento de juzgar a la persona que se le ha encargado y, de una vez por todas, cortarle la cabeza. Apenas lo hace y todo ha acabado, volviendo a su forma normal.
• ¿Ataques de humano normal?: Ha aprendido defensa personal cuando niño, así que sabe un poco sobre cómo defenderse, o al menos, escapar rápidamente. Pero no es demasiado fuerte, así que no podría contra alguien muy corpulento.
Debilidades: • Sólo puede invocar sus armas cuando tiene trabajo que hacer, osea, en el momento en que tiene que matar a alguien que aparece en su libreta.
• Ni bien ha cumplido con su trabajo, se destransforma y queda débil por unas horas.
• Tiene las debilidades de todo humano; excepto que es inmortal. Pero sufre y siente de igual manera.
• …Su voraz apetito ._.
Apariencia Física:Bajito, delgado y de piel pálida y tersa, con cabello blanquecino, alborotado y corto. Sus ojos son celestes claros, casi purpurinos, y tiene apariencia de niño débil; y a decir verdad, lo es. Normalmente anda con las mejillas sonrojadas por una u otra tontería que lo abochorna; viste por lo general con simpleza.
Cuando está en forma de Shinigami sus ojos se tornan amarronados y levemente rasgados. Tras la transformación aparece con una gabardina negra y una "máscara" negras que le tapa desde el cuello hasta sobre la naríz
Personalidad: Amable, generalmente alegre y entusiasta, muy educado y a demás vergonzoso. En realidad, su humor y personalidad varían depende de con qué persona está y cómo le ha caído la misma. A la vez que un ‘niño bueno’, puede llegar a ser muy cortante y frío.
Cuando está en medio de un “trabajo” se torna serio, enfocándose solamente en lo que tiene que hacer. Y, cuando finalmente termina su tarea, al volver a la normalidad casi siempre debe cargar con la pena y la culpabilidad por lo que ha hecho. Que, si bien es una tarea importantísima para el mundo y evitar la sobrepoblación blablabla, matar es matar.
Gustos: No tener trabajo; los juegos de niños, y una buena lectura. Que lo traten bien. Adora a los animales.
Disgustos: Que lo traten de menos por ser un niño; la gente caprichosa y engreída; que no lo dejen hacer su trabajo… entre otras cosas.
Transformación: A Shinigami; cuando sus ojos se tornan de color marrón rojizo y los guantes aparecen en sus manos.
Breve Historia: Sus recuerdos comienzan a partir de los cinco años cuando le regalaron una pequeña libreta en la que aparecían cientos de nombres en rojo; y desconoce lo ocurrido antes de eso. Logra acordarse todo desde su primer recado cuando tuvo que matar a alguien por primera vez, siguiendo las instrucciones de la libretita. Ese día en que quedó devastado por mucho tiempo debido al cargo de consciencia que le había hecho tener que hacer aquello.
Creció en una ciudad lejana a Krista, en un orfanato; cumpliendo sus misiones de noche y regresando a “casa” en la madrugada como si nada hubiera pasado. A pesar de que las dueñas del lugar nunca llegaron a entender porqué Kagari a veces se sentaba solo y sombrío; pensativo y siempre melancólico, sin, para ellas, razón aparente.
Los años pasaron normalmente, estudiando, haciendo su trabajo, aprendiendo a controlar su transformación y a medida que pasaba el tiempo acostumbrándose a aquello. De todas maneras no podía negarse a cumplir su función de shinigami, así que de una u otra manera tenía que hacerlo.
Finalmente a la edad de 10 años dejó el orfanato para comenzar sus viajes y misiones de forma solitaria, vagando por ahí en su tiempo libre, y generalmente encontrándose en las bibliotecas estudiando sólo o leyendo cualquier cosa interesante para distraerse.
Y ahora ha llegado a Krista, para seguir con su trabajo.
Extra: • Él no es la muerte, simplemente uno de los shinigamis que ayudan a hacer su trabajo.
• Es inmortal.
• En la libreta que siempre lleva escondida entre sus ropajes, los nombres escritos en tinta roja siempre se renuevan “mágicamente”. Allí se incluye escrita la ciudad o el pueblo en que se ubica la persona, y su apariencia detallada. El resto debe buscarlo él solo.
Imágenes:- Spoiler: