Out of darkness *Libre*

Era un dia claro en la tierra de Iraianades, multiples aves sobrevolaban el majestuoso templo dedicado a Paylor, del cual contundentes campanadas se podían oir a muchos metros alrededor, no fue un dia muy transitado, gran parte de la gente se encontraba en susqueaceres, mientras que otras tantas se encontraban en el templo rindiendo el acostumbrado culto.

“Es grandioso, hacia mucho tiempo que no venía para aca” comenta el joven Kaleb, al apreciar desde los cielos la edificación, “Sujétense, bajaremos ahora” advierte la drakonian, luego de divisar un lugar claro para aterrizar, afortunadamente no había mucha gente en los alrededores, y los pocos que había obviamente se sorprendieron, al prescenciar como un gran dragón oscuro descendía al lugar, llevando consigo a dos muchachos. Para su fortuna su atención desapareció a los pocos momentos después, regresando cada uno a sus actividades, la drakonian regreso a su forma humanoide, y portando su armadura y yelmo se estiró un poco, “mmm, recuerdo haber pasado por aquí cuando me dirigía a Odizah” comenta Black hound al voltear a sus alrededores, rascando su barbilla trataba de familiarizarse nuevamente con el entorno, “preguntemos por una posada” comenta Kaleb a Hound y a Nero, si iban a estar un tiempo ahí lo mejor sería apartar de una vez su estadía, asi que prosiguieron a caminar, al pasar frente al templo una voz familiar vino al oído de la Drakonian, “Continuen, yo los alcanzo” les indica a ambos muchachos, mientras se adentra al Templo.

Por respeto se retira el yelmo, y apreciando la arquitectura se acerca poco a poco al altar, su sorpresa no se hizo esperar, al voltear y ver que, aquella voz familiar no era sino la de la paladina Cassandra, su primer rival desde que llego a estas tierras. Quien le dedicaba un canto a Paylor con su melodiosa voz.

Al contemplar el templo del dios del sol, el albino solamente callo, sabia lo que significaba. Templo= Paladines en la zona, a esos no habia forma de burlarlos, su habilidad innata de percibir la maldad y demonios le dejaban al descubierto.
Era una bonita y majestuosa edificacion... Pero aun cuando no buscara problemas los encontraba.

-¿He? ¡Ah!- Espabilo justo a tiempo pasa sujetarse, se habia sumido demasiado en sus pensamientos. Al bajar, el semi demonio se sacudio con la siniestra el pantalon y en parte el cabello, alborotandoselo mas que de costumbre.
-Genial, que buen servicio transporte y tour por el sitio- Bromeo. De vez en vez, observaba a su diestra y a su izquierda, atento. Pareceria un tanto paranoico, y no es para menos.

-"por ahi no .. por ahi no..." Pensaba desesperadamente mientras se acercaban al templo. Cruzo los brazos, escondiendo el diestro por si le traia problemas.
La voz le cautivo, pero Nero no es estupido para adentrarse llevado por su curiosidad. Afortunadamente Hound hablo, antes que el pudiera hacer o decir algo.

Con alivio, suspira. ¡Perfecto!- y a pasos alargados se alejo del sitio, siempre siguiendo a Kaleb, pues como se habia mencionado el proviene de esa ciudad.
-Asi que... ¿Como conociste a Hound?- Cuestiona con intriga notable a su compañero sin perder detalle de las residencias locales. Su azul mirar se enfocaba en cada uno de los letreros, debia haber uno que les hiciera saber el edificio al cual adentrarse.

La misa continuaba en el gran templo, Black Hound decidió quedarse un rato asi que tomó asiento, se había dado cuenta que la paladina le había divisado mas no sabia si la había reconocido, tendría que averiguarlo al final.
Por otra parte, cerca de ahí, ambos muchachos, Kaleb y Nero se encontraban conversando por las pacificas calles, mientras buscaban algún lugar donde descansar.

Ante la pregunta de Nero, el muchacho prosiguió a contarle la peculiar manera en que se topó con la drakonian “verás, yo solía vivir cerca de aquí, en el pueblo de Odizah, trabajaba como ayudante de herrero, aunque no ganaba mucho, esa vez había salido a tomar aire a la plaza, pero un incidente hizo que terminara como escudo humano de unos bandidos, fue ahí donde sorpresivamente black hound me salvo de ellos, estando alterado me retire del lugar en cuanto me soltó mi captor, sin embargo me quede pensando en que no le di las gracias por haberme salvado, para ese entonces la lluvia caia muy fuerte y no pude moverme de donde había quedado, asi que espere, espere a que se disipara para asi volver al lugar del incidente. Al llegar ahí andaba, agotada y maltrecha por un duelo que había tenido con una paladina, era una buena oportunidad para regresarle el favor sacándola de ahí, y fue en el camino cuando me hizo aquella proposición, de que fuera su guía mientras estuviera en estas tierras, desde entonces hemos viajado juntos, sin mencionar que, extrañamente, ella se parece bastante a mi hermana reena,” Kaleb rio un poco al contar esa parte de la historia, reconocia que, buena parte de la razón por la que acepto ser su guía fue porque había quedad fascinado con la drakonian y porque quería algún dia ser un gran guerrero como ella, no porque le gustara la lucha, sino por su fortaleza y dedicación.

“De vez en cuando entrenamos los dos, aunque admito que aun me falta mucho para ser tan bueno como Lanthe” agrega, a la vez que busca con su diestra el par de dagas largas que colgaban de su cinto a un costado, armas que de vez en cuando usaba para practicar pues, hasta ese momento, la que se encargaba de las batallas cuando se presentaban era Black Hound.

Al fin los muchachos dan con una edificación que contaba con el letrero que tanto ansiaban, “Estamos de suerte, mira” comenta señalándole la entrada del establecimiento, al entrar un hombre de edad avanzada, usando gafas y un poco calvo les pregunta amablemente “buenos días, les puedo ofrecer una habitación?”

Con curiosidad, escucha y mira al joven.

-¿Paladina, ah?- Esa simple palabra no le agrada para nada. En donde hay uno de esos guerreros, hay varios mas. Suspira pesadamente mientras escucha el resto de la historia.
A leguas, se nota que el joven queria demasiado a su hermana. Ahora entendia, porque el apego del humano por la draconiana. Enfundo sus manos en los bolsillos de su pantalon, mientras camina y observa con atencion los establecimientos.

Un pueblo sencillo, y agrable, bastante pacifico debia admitir. -Es cuestion de practica- Menciona a manera de respuesta por la frase del chico. Tampoco es que Nero sea un Az de la espada; aprendio lo mas que pudo cuando estuvo en la orden de la espada, aunque sentia que no era suficiente, en fin. -Debe ser interesante viajar por alli de esa manera- Y sin ser perseguido, aunque eso lo penso, no tenia porque decirle al humano el porque de su viaje, claro, a menos que Kaleb preguntara.

-Bingo~~- Canturrea el albino observando el letrero "Posada".
Cuando el encargado hablo, el semi demonio miro a su acompañante. -¿A Hound le molestara si pedimos una sola habitacion? Yo puedo dormir en el suelo- Estaba acostumbrado, se la pasaba de aqui para alla, asi que no seria molestia... aunque siendo sinceros y recordando que habia dicho que el iba a pagar no creia traer demasiado dinero como para dos habitaciones. -He...- Miro al señor que atendia -Enseguida nos ponemos de acuerdo- Se rasco la nuca con la diestra, aun envuelta en aquella vieja venda.

((OFF: Lo de la habitacion en conjunto va para no separar aun mas el rol ;3 9_9U no malinterpreten (?))

Finalmente la ceremonia de culto al dios Paylor concluyó, Black Hound, al notar que la paladina le había divisado le hizo una señal con el pulgar, indicando que la vería en la entrada del templo, una vez ahí, se tapo con su diestra la boca para evitar reir al ver al par de paladines discutiendo, claramente su acompañante no estaba de acuerdo en que su compañera le acompañara sola, cosa que comprendió, pero ahora no estaba aquí para pelear, sino por mera coincidencia. Una vez cassandra se quito de encima a su peculiar compañero ambas procedieron a caminar por las calles en las afueras del templo.

“ A mi también me da gusto verte” responde ante el saludo “buscábamos un lugar donde quedarnos un tiempo”, han sido unos días agitados” . Mientras caminaban Lanthe notó que Cassandra no dejaba de verla, quizá era por el hecho de que la última vez que se vieron, además de ser contrincantes ella jamás tuvo la oportunidad de ver su verdadera identidad, era lógico que se mostrara curiosa en ese momento.

“Sorprendida?” le pregunta, mientras cierra sus ojos un momento y coloca los nudillos cerrados en la cintura, percibiendo algo tenso el ambiente, “No te preocupes, no he venido por la revancha” aclara una vez mas, buscando tranquilizar un poco a la Palaldina.

La singular charla continuaba mientras ambas continuaban caminando, intrigada la gente veía como una guardiana del orden conversaba con un guerrero de aspecto temido, acentuando mucho mas el contraste, no era una charla fluida, pero ciertamente tampoco una fría, simpremente ambas personas trataban de entenderse mejor.

Mientras tanto, los muchachos habían ya obtenido una habitación donde pasar esa noche, aunque Nero aun tenia algunas dudas Kaleb lo tranquilizaba diciéndole que no se preocupara. Una vez resuelto el asunto Kaleb le dice “Si quieres ve a ducharte, mientras esperare a Hound afuera”. Y en efecto, al salir el muchacho diviso a ambas figuras en armadura, arribando poco a poco a donde se encontraban.

((Tranquila n 3 n ))

Ladino y como costumbre, el chico sonríe. Como había dicho anteriormente, el pago el hospedaje, no iba a mencionar que en parte lo de una habitación fue porque no poseía tanto dinero; lo mejor era callárselo, en parte por pena. Tomo las llaves que el anciano le extendió y ambos, subieron las escaleras. Una vez en la habitación, su acompañante habló.

-Me parece bien igual así sabe en donde estamos- Y el otro salió. Nero, suspiro ligeramente, se sentía extraño, viajar acompañado... Bueno, ni hablar, se sacó la ropa y procedió a darse un baño para sacarse el hollín de encima.
Se tomo su tiempo (Aunque no demasiado) para asearse correctamente, y sumando también, que está herido algunos movimientos resultaban un tanto dolorosos por lo mismo. -Le calculo cinco días- Se dice a si mismo picándose con suavidad la herida con la diestra.

En su mente, seguía preguntándose el por qué de su descontrol en el bosque. Miró su Devil Bringer, en si hasta donde se extendía: El hombro. No parecía haber tomado mas parte de su cuerpo… Entonces significaba algo más: Hound no era realmente lo que aparentaba, su poder era mucho más enorme de lo que había demostrado, era la única explicación.
Sacudió lo mejor que pudo el único cambio de ropa que poseía, y como pudo se vendo la herida y también, su mano diestra. Con suma agilidad, bajo las escaleras para encontrarse con Kaleb…

De lejos, observo a ambas acercarse, dando un leve respingo al observar a la paladina. Su brazo no tardo en comenzar a brillar levemente -“Mierda”- Piensa, lamentablemente ya era bastante tarde como para retirarse o salir corriendo, como siempre. Da un paso hacia atrás –Esto se puede poner feo- Le susurra a Kaleb aun tras de él. Solo por si las dudas, apega su diestra contra su espalda. Cassandra no se veía como esos paladines simples y patéticos de los que se ha escabullido antes… Nero sabe bien que es de un alto rango, y lo más seguro, es que aun de lejos, la chica ya hubiera sentido su “maligna” presencia.

Con expresion algo seria, saludo por mera cortecia...

“Un orfelinato, vaya” comenta un poco sorprendida, “debes ser muy querida por la gente” le dice a manera de alago, tanta dedicación por parte de la peliazul era digna de aprecio, de manera que el respeto de la draconiana para con ella creció en ese momento “por cierto, puedes llamarme Lanthe, es mi nombre real” agrega como signo de confianza.

A calles antes de llegar a donde ambos muchachos se encontraban la paladina se detuvo repentinamente, “sucede algo?” le dice Hound mientras se detiene al verla, al parecer la presencia de un poder enorme fue lo que la hizo detenerse, no podía haber sido la suya, ya que había dominado por completo la habilidad de suprimirla, además de que seria un aura familiar para con cassandra, reanudaron el paso, ya faltaba poco para llegar cuando la drakonian diviso a su acompañante esperándole, -“señorita cassandra, gusto en verla” responde Kaleb al saludo.

El nerviosismo del albino fue notado por Black Hound, quien rápidamente dedujo que era por la prescencia de la paladina, fue ahí cuando recordó las circunstancias con las cuales conoció al semidemonio, problemas con la autoridad, se coloca a un lado de el para tratar de tranquilizarlo “El es Nero de Krista, no hay problema Cassandra, viene con nosotros” comenta a la vez que le toma del hombro, mostrándole que no había porque estar nervioso, además de que quería evitar cualquier posible incidente.

“Ya encontraron posada Kaleb? Cassandra nos ofrece quedarnos en su orfelinato en caso de que no hallemos habitaciones” pregunta a sus acompañantes, al haberse quedado al culto en la iglesia pensó en que tal vez ellos ya habrían encontrado donde pasar la noche, aun así pregunto con la finalidad de que pudiesen conocer otro lugar más.

Tipico, el otro recibia una cordial sonrisa y el... Una mirada fija, despectiva...

-Sera porque los de tu clase suelen hacerme pleito sin siquiera tener intension de lanzarme a los golpes nena-

Sonrie burlon, saliendo tras su "escondite" (Kaleb) Fue cuando sintio la mano de Lanthe sobre su hombro, seguro para que no pudiera escapar o lanzarse a los golpes(?). Que mas daba, cruzo los brazos sin mirar a la paladina, solamente mantenia la vista hacia abajo y por un lado.
Aunque eso cambio. Mira a la Dragon, luego a la humana. Se palmea la frente con el dorso diestro al darse cuenta de eso.

-Ya habiamos conseguido...-

Susurra sin animos, derrotista. Igual ¿Como iba a saber que la dragona conseguiria hospedaje gratis? Lo peor del caso era, que ya habia usado la habitacion para tomar un baño... y no podria pedir el dinero de vuelta, ni modo. Inflo una mejilla haciendo un pucher. Quiza se estaba comportando como un niño pequeño, pero en toda su existencia, nadie le ha enseñado buenos modales y su destierro solo hizo que su caracter empeoraba, sumado, a que, no sabe como reaccionara Cassandra para consigo... Nunca habia estado tan cerca de un paladin y sin tener que sujetar a Red Queen, se sentia extraño... -"No quiero incomodar..."-

Pensaba en decir la frase, pero al no saber exactamente como reaccionar en dichas ocasiones (y en parte por lo orgulloso que es) no se atrevio a decirlo. Haciendose de valor, mientras apretaba la izquierda, pregunto:

-...¿Esta cerca de la iglesia el lugar?-

Al menos, reconocia el gesto amable de la paladina de darles hospedaje, y por lo mismo, no queria acarrear problemas por malos entendidos de otros paladines... Ya no dijo mas, se quedo en su lugar, dejando que Hound y Kaleb hablaran por el.

“Oh, no te hubieras molestado, te lo agradecemos” comenta Lanthe ante la amabilidad y hospitalidad de la Paladina, para luego seguirla por aquel sendero, era claro que a cassandra le agradara hacer nuevos amigos, por eso era tan querida por la gente, ante eso trato de corresponder, conversando con toda sinceridad mientras le seguían por aquel sendero, “ hemos estado en varios lugares, mención especial merecen en aquel risco congelado cerca de Renais” “Ahí conocimos a alguien, un singular Lycan llamado Specchio” agrega Kaleb “En la Biblioteca de Krista fue donde nos topamos con Nero, de una forma poco ortodoxa.” Bromea al mencionar la anécdota, a la vez que voltea a ver al semidemonio, y para no incomodarlo omitió dar detalles de sus circunstancias, pues no quería que la paladina pensara mal de el, “Tal vez ya lo notaste, pero su vida ha sido dificil, mas que la de muchos de nosotros, no lo ha expresado abiertamente, pero he visto muchas miradas asi, y se por experiencia lo que hay detrás de ellas” expresa de forma seria a Cassandra, demostrando que, como muchos otros drakonians, podían ver lo que muchos no notarían a simple vista.

Detrás de ellas, Kaleb y Nero las seguían de cerca, manteniendo ellos su propia conversación, “Como sigues de las heridas?” pregunta el castaño, “Si hay molestia alguna dime, para pedir algunas gasas nuevas”. seguramente el baño lo hizo sentirse mejor, pero aun asi no estaba de mas ver si no había algún detalle que debía ser tratado.

A poco de llegar a su destino, Black Hound toma el casco que colgaba de un gancho en su cinto, y procede a colocárselo, y anticipando la pregunta de la Peliazul o del castaño responde “Es para no asustar a los niños, no ven todos los días a alguien como yo” “ehm Lanthe, aun con el yelmo intimidas un poco” agrega el castaño mientras alcanzaba a la de armadura negra, a lo que esta respondió con un leve coscorrón y una llave alrededor del cuello de Kaleb, obviamente a manera de juego, “te consta?” agrega al final.

((Perdon por la tardanza, cosas en la casa :/ ))

El albino dio un leve respingo al escuchar las palabras de la paladina, sintiendose internamente como un reverendo estupido, pues Cassandra, estaba completa y totalmente en lo correcto. Su paranoia lo llevaba a meterse en problemas innecesarios tratando de pasar por alguien normal y no consiguiendolo, por lo mismo.

Bufa un poco, aun sin poder evitar sentirse un poco irritado por el comentario, por por otra parte, aliviado. Con ella, las cosas no serian similares.
Comenzaron a caminar, el menor se mantenia un tanto separado del grupo. Camina con los brazos cruzados siempre atento de su entorno; hasta que, la voz de la paladina capta su atencion, seguida de la de Lanthe. Ante la broma, Nero solo se encoge de hombros, restandole importancia.

A lo siguiente, solo desvia la mirada, de nuevo. Le cuesta demasiado admitir ese hecho.

-Descuida, sanara en unos dias-

Responde a la cuestion de Kaleb. Su regeneracion es buena, aun asi no pudo evitar que su mirada se enfocara de nuevo en la draconiana.

-"¿Niños?"-

Se cuestiona al escuchar a Hound mencionar aquello... Comenzo a pensar en todas las posibilidades: "Una escuela" "Un sanatorio..." "Un orfanato..." Chasqueo la lengua, si era Cassandra la dueña del lugar, a como les guiaba y por sus comentarios, ademas de oficio, la mas correcta seria la ultima opcion. Genial. Por unos instantes penso en dar media vuelta y salir corriendo sin decir nada; aunque su orgullo, como todo, no se lo permitio.

-"Consideralo como un castigo por lo de la biblioteca"-

Se reprime mentalmente, sonriendo solo de lado por fuera. Lleva la diestra hasta su cabello, para hacerlo levemente hacia atras.

-Espero no ser una molestia...-

Finalmente mennciona, a manera de cortecia por la invitacion que habia sido hecha hace rato.

Era seguro que ninguno de los acompañantes de la paladina se imaginara que aquel orfanato que la paladina administraba se encontrase en las afueras de la ciudad, se le hacía un poco extraño, pues mientras sobrevoló la ciudad no recordaba haberlo divisado, pero en fin, poco a poco se acercaban al lugar.
Al parecer era un sitio agradable y alegre, con tantos niños jugando en sus alrededores uno tenía que tener cuidado al pasar para no tropezar.

Para Lanthe el lugar le pareció interesante, pues nunca antes había conocido un orfanato, y no podía mas que sonreir por dentro (ya que llevaba el yelmo puesto) al ver como varios de los infantes se le quedaban viendo, unos con asombro, mientras que otros con cierto temor, era natural, su apariencia por lo general inspiraba eso en la gente adulta, asi que por parte de un niño era mas que predecible.

Por otra parte, Nero, y por alguna razón Kaleb también, no parecían estar muy entusiasmados por la naturaleza del lugar, ya que, en algún punto de su pasado habían vivido en un lugar asi, sin embargo su estadía en esos sitios no había sido muy grata, en el caso de Kaleb la encargada que corría dicho orfanato jamás los trato bien a el y a su hermana, razón por la cual habían escapado.

La sensación no paso desapercibida para la Drakonian, quien se acercó a su acompañante para decirle un “Sucede algo?” , a lo que el chico responde “eh? Ahm, no es nada” haciendo un ademan de restarle importancia. Ante esto Lanthe no insistió mas, al menos por el momento, pero sabía que una memoria no muy grata había venido a la mente del joven al observar el orfanato, después platicaría con el del asunto.

“je, como están niños” responde Black Hound al saludo de los menores cuando la paladina los presentó con ellos, hacía ya mucho tiempo que la drakonian no trataba con menores, la última vez fue cuando aún estaba bajo las órdenes de aquel ambicioso monarca que la usaba como su carta del triunfo, viviendo en un pequeño cuarto dentro de su castillo de vez en cuando se topaba con los niños que residían ahí, principalmente los hijos de los plebeyos que trabajaban en el castillo. Por esta razón mostraba algo de timidez ante los pequeños, pues temía hacer algo que podría asustarlos.

“Gracias, aquí esperaremos” responde ante la hospitalidad de la peliazul, recargándose en la pared justo al lado de la puerta de la entrada, cruzada de brazos le decía a Kaleb y Nero “Pasen, yo los alcanzo”.
Por un momento veía como los menores regresaban poco a poco a sus juegos y actividades, luego de que la reacción por su arribo desaparecia poco a poco, cuando sintió que algo le jalaba la bufanda desde abajo, ladeándola un poco, volteo la mirada y un niño se encontraba a su lado, mirándola, Lanthe se hinca en una rodilla para estar a su altura y amablemente le pregunta “sucede algo pequeño?”

Fue ahí cuando la peculiar campanilla que indicaba la hora de la merienda sonó, haciendo que los menores entraran rápida pero ordenadamente a la mansión.

Cuando la paladina señalo el sitio, Nero enfoco la vista hacia el lugar, sin duda alguna, se hacia a la idea que el sitio seguramente seria lindo, armonioso...Chasqueo la lengua ante la maldita idea.

Las palabras de Cassandra lo sacaron de sus locos pensamientos. Aquello parecio ser mas una especie de regaño, aunque con su toque comico, cosa que confundio mas al de hebras platinas.

"Si son buenas personas"

¿El lo era? Miro hacia sus pies, para reanudar la marcha, ya no argumento nada mas. No iba a admitir, que la chica era algo agradable, ahora veia y sabia el motivo por el cual, la gente le saludaba de vez en cuando al pasar, aun con la extraña silueta de negro a su lado. Lo bueno de traer el brazo vendado, es que no llama la atencion, un chico comun, es lo que es... O Aparenta.

Tipico, los niños jugando. Miro hacia un arbol del lugar, pudiendo verse a si mismo, mas joven, en su infancia... Retraido de los demas. Ironicamente, el par que debia encajar en tan acojedor sitio, no se mostro con muchos animos. El ojos azules solamente alzo un poco la diestra mientras sonreia ladinamente, desganado.

-Vale~-

Musito un tanto burlon. Dentro o fuera, seria lo mismo. Pararia a pensar unos momentos en pedir permiso para encerrarse en su habitacion y no salir a menos que fuera estrictamente necesario(?).

-Wow-

Menciona con asombro al observar la residencia desde el interior, pues es mucho mas grande de lo que aparenta por fuera, por estar bobeando un chico topa con el, a lo que Nero reacciona disculpandose y haciendose a un lado.

-¿No te hubiera gustado vivir en este lugar, o en algo similar, en vez de aquellos orfelinatos de mierda?-

Osadamente, cuestiono a su acompañante, su reaccion fue similar a la propia, aunque no tan profunda... Es cuando escucha la campanilla que su atencion se ve atrapada por el ruido y por los pasos de los niños adentrandose al lugar.

Al escuchar el comentario de su acompañante el castaño salió de su trance, “eh? Ah perdona, estaba pensativo,” se disculpa con el albino “Je, tienes razón, es un bonito lugar” era algo mas que tenían en común, el haber pasado algunos años en un orfelinato donde la desatención y los maltratos estaban presentes, y compararlos con las condiciones y atenciones que mostraban en este lugar si les pareció acogedor. “parece que nos llaman a comer, vayamos, yo si tengo hambre” comenta a su acompañante, antes de dirigirse ambos al comedor que la anfitriona les había indicado.

Por otra parte, Lanthe se había quedado en la entrada viendo como se divertían los infantes, cuando uno mostro cierta curiosidad hacia ella, luego que trato de socializar con el menor la campanilla de la hora de la comida sonó, seguida de la indicación en persona de la anfitriona Cassandra “si gracias, iremos en un momento” responde la drakonian, “bueno, vayamos a comer” le dice al niño de manera amable, sin saber si este en realidad le entendía o no, y por puro instinto lo cargo poniéndolo sobre uno de los hombros antes de adentrarse en la edificación, cosa que a el menor parecía gustarle.

Ya en el comedor, Cassandra les presento a la persona que corria el lugar en su ausencia, la joven Angelic “Es un placer Angelic, mi nombre es Lanthe Astray, pero me conocen como Black Hound” se presenta cortésmente mientras se retiraba el yelmo, seguida del castaño.

Se asignaron los lugares y se sirvió la comida, por cortesía se asigno a los invitados cerca de la anfitriona en una de las dos mesas, Lanthe a un lado de cassandra, Kaleb a un lado de la Drakonian y finalmente Nero al lado del castaño. Para mayor comodidad y modales, la Draconian se retiró parte de la armadura además del yelmo, como los guantes y hombreras, algo extraño si se pone uno a pensarlo, quien le había enseñado modales a un guerrero solitario que había vivido solo para la batalla? Fácil, todo ese tiempo que vivió en aquel castillo observaba a los nobles y sus hábitos, y aprendió algunas de sus costumbres, aunque sabia que escasas o casi nulas serían las oportunidades en que realmente las pondría en practica, como en esa ocasión, aunque al principio dudaba en mostrar sus manos, puesto que parecían mas de dragon que de humano, con uñas negras por ejemplo.

Kaleb parecía disfrutar la comida, pues no habían probado bocado alguno desde que salieron de Krista, hacia ya poco mas de un dia, Nero igual.
Lanthe era la que rara vez se le veía comiendo, dado a su diferente metabolismo, podía comer bien en una ocasión y aprovechar esa energía por días, solo probando bocados pequeños hasta entonces.

En esta ocasión hizo uso de los modales que había aprendido tiempo atrás, probando la cena que consistía de sopa de verduras y algo de pan y queso.

Mientras comían, Lanthe quizo hacer algo de plática, después de todo lo único que sabía de la paladina era que servía al dios paylor, pertenecía a un clan de paladines, y administraba el orfelinato, “ Es un lugar agradable, y al parecer eres muy conocida y querida por la gente, como llegaste hasta tal posición, si no es mucha mi intromisión, claro”.

Al lado, ambos muchachos tenían su propia charla “ como crees que hubiesen sido nuestras vidas si hubiéramos crecido en un lugar como este?” pregunta con curiosidad al albino, mientras bebía algo de jugo de uva.

((Perdonen, la escuela, y cada que pretendia responder me quitaban del :/ ))

A la voz de la paladina Nero se tensa, mientras espera una reprenda de cualquier clase debido a la palabrota dicha previamente. seguro Cassandra es de esos paladines que siempre reprenden por los malos modales y vocablos... Solo asintio y luego observo como se retiraba no sin antes mencionar un "Gracias" un tanto nervioso. Suspiro, miro a Kaleb y sonriendole asintio, aunque no lo dijo, tambien tenia hambre.

Nero no perdia cada minimo detalle del lugar... El piso de madera, las paredes, Cassandra si que tenia bien cuidado el lugar y les brindaba suma atencion a los niños, segun habia visto. Nego una vez mas, deshaciendo las imagenes del pasado que intentaban volver.

Su atencion se ve atrapada porla joven que Cassandra les presenta, a diferencia de ella, el si pudo sentir la magia divina que esta manerajaba... Disimuladamente, aprieta su antebrazo maldito con el izquierdo.

-"Tranquilizate imbecil"-

Reprendiendose mentalmente es como le sonrie a la chica, sabia que en ese lugar con Cass no habia problema, no obstante era probable que al tener diferente oficio (Angelic cleriga y Cassandra paladina) la chica objetara algo en su contra. Pero para su fortuna, las palabras de la joven.

-Mucho gusto-

Fue lo unico que argumento, luego desvio la mirada, lo de siempre. Tantas atenciones para su persona sinceramente no sabia como reaccionar.Retiro la silla para poder sentarse, y levantandola un poco para evitar que sonara es como se acerca a la mesa. Observo la comida... Un manjar, comparado con lo que habia llegado a probar desde que le exiliaron de Terion y aun mejor sin duda alguna, que lo que habia probado en aquel orfelinato... Cosas que parecian mas engrudo que nada, segun sopa... O arroz... El hambre era lo unico que le motivaba a tragarse aquello de un bocado literal para que no le supiera.

-Provecho-

Menciono antes de llevar la diestra hasta la hogaza de pan y darle un bocado un tanto apresurado, de reojo observo a Hound, envidiandole algo por atreverce a mostrarse tal cual, el no podia hacerlo, no queria problemas como el que se dio en el bosque calcinado. mientras masticaba escucho a su acompañante y pasando bocado es como responde (Claro, no sin darse unos leves golpes en el pecho pues por la prisa el pan se le atoro)

-Seguro no me hubiera enrolado en la orden de la espada y tampoco seria tan arisco-

Admite una vez que tuvo aire para responderle. Terminando la oracion, se dispuso a mojar el pan en la sopa de verduras y darle un bocado...

No fue difícil para la drakonian darse cuenta de que su anfitriona mentía en ciertas partes, era una cualidad que algunos dragones tenían, el detectar eso con solo observar sus facciones, percibir sus latidos o su tono de voz, quizá no debió tocar ese tema asi de repente, aunque al escucharlo el respeto y la estimación que le tenía creció un poco más.

De igual forma el margen de sus contrastes se volvió mas amplio, mientras la jornada de la peliazul había sido de entrega y superación, la suya había sido hasta entonces de sobrevivencia y búsqueda de identidad, tomo una manzana de un plato al centro de la mesa, y con la uña de uno de sus pulgares comenzó a quitarle la cascara “Asi es, de hecho provengo de otro continente” responde ante la pregunta de Cassandra “ Nuestras diferencias son mas grandes de lo que creía, Mientras tú eres una Paladina al servicio de Paylor y de la gente, yo fui lo que muchos llaman un “Caballero Negro”. Comenta la drakonian, para el asombro de los demás, pues se sabía que un Caballero Negro era lo opuesto a un Paladín, alguien que peleaba para el señor noble que mejor le pagara, independientemente de sus acciones buenas o malas, era por eso que esos caballeros no solían llevar insignia alguna, puesto que cambiaban constantemente de facción, “Sin embargo, no fue algo que haya elegido por gusto, es solo que no tenía otra opción. Desde que mi padre adoptivo murió quede confinada a vivir dentro de esta armadura indefinidamente, ya que el buscaba una forma de controlar el aura destructiva con la cual había nacido, llegue por casualidad al castillo de aquel rey, Rhodas Rottenheim quien me ofreció soporte y refugio a cambio de que peleara en su armada y en su cruzada por expandir su reino, fue ahí donde me gane el apodo con el que me conocen hoy en día, Black Hound, el sabueso negro, por parte de los enemigos del rey”

Pauso un momento, para darle un bocado a la fruta ya pelada, mientras que una expresión de sorpresa provenía del castaño que la acompañaba, pues aun no le había platicado de esa parte de su vida aun. “Todo era oscuridad y tensión en aquel reino, en muchas batallas estuvimos, algunas las ganábamos, otras no se concluían, y en unas incluso veíamos la muerte muy cerca, y al regreso a la fortaleza no había nadie esperándonos, solo los veladores y los estrategas, a los cuales había que rendirles cuentas, solo una celebración y un banquete esa misma noche, y esperar preparados hasta que la batalla nos llamara otra vez” tal vez no lo parecía, pero aquel dragon que se encontraba relatando en la mesa había visto en primera fila los horrores de las guerras, no solo de las mismas tropas, sino de los mismos inocentes que se volvían víctimas de los interminables conflictos, luego de un suspiro procede a terminar el relato “No conocía otra forma de vivir, siendo esa mi única opción la acepte dando todo de mi, no había más Lanthe Astray, únicamente Black Hound. Era cuestión de tiempo para que aquel rey fuera derrocado y su pueblo liberado, por un misterioso drakonian, quien se decía un príncipe de nuestra raza, los que sobrevivimos desertamos, y al no haber nada mas para mi en ese lugar tome el primer barco que zarpara de aquel continente, y asi fue como llegue a estas tierras” .

Al terminar de ingerir aquella fruta Lanthe saca de entre sus cosas aquel libro que obtuvo de la biblioteca de Krista, para mostrárselo a la paladina, “Después de días de entrenamiento y gracias a la ayuda de Kaleb he logrado resolver el problema de contener mi aura de energía, sin necesidad de mi armadura, y ahora busco respuestas, respuestas acerca de mi origen, del porque soy diferente a los demás de mi especie,” agrega.

Pareciera otra la que hablaba en esa mesa, a la que había llegado a Odizah aquella mañana hacia ya mucho tiempo, la ayuda y compañía del castaño en sus viajes la había abierto un poco mas al mundo y a las personas, haciendo mas grande la posibilidad de hallar eso que buscaba tan dedicadamente.

Atenta y calladamente el joven fortuna se mantenia al tanto de la conversacion. De vez en vez sus azulines orbes se pozaban sobre la paladina y luego hacia aquella dragona que viene acompañando desde Krista.
Discretamente lleva la siniestra hasta su brazo diestro acariciando con simpleza el antebrazo, pues se percato de algo: Ausencia en la magia divina.

Miro a Cassandra, seguro mentia, los paladines muestran esa cualidad, algo malo y adios beneficios durante un rato, o para siempre.

Terminando de ingerir alimentos, el albino solo coloca su codo sobre la mesa y su mejilla sobre su mano para de esa manera continuar escuchando la conversacion. Aunque en veces si mirada se desviaba hasta los niños que seguro, conversaban sus propios temas.
Cassandra le recordaba tanto a Kyrie... Dulce, maternal, tierna. Lanthe le recordaba a Kredo, valiente, audaz... tal vez, tan solo tal vez, ese era el motivo que le habia llevado a seguir a la draconian hasta ese lugar.

Claro, de haber sido otra cosa, hubiera salido corriendo, y siguiendo su propio camino, como siempre.

¿Aura de energia? Ante la frase, Nero levanta la mirada observando el libro y despues a la draconian. Ese era el verdadero motivo por el cual seguro se habia descontrolado en el bosque calcinado, claro, su Devil Bringger seguramente se percato de la fuerza tremenda y escondida de la de hebras azabache, no era un dragon comun y corriente entonces, habia algo mas.

-Ju, eso explica mucho-

Se aventura a comentar, ahora entiende porque le obligo a buscar ese libro entre los demas cuando el incidente del estante.
Sonrio ladino, confiado... Aunque se guardo las demas palabras que estaba pensando, luego le haria esa propuesta, en privado, no necesitaban mas espectaculos como en aquel paraje muerto.