llegada- libre-

Tuvo un largo viaje de eso no habia duda, estaba cansada, realmente exahusta y lo unico que deseaba era que la carrosa parara pronto para por lo menos dar un respiro y caminar un rato. Llevaba dias en esa posision y su cuerpo se sentia languido y peresozo. Su cansancio era tanto que ni siquiera podia enfocar bien la vista asi que no se entero del momento en el que por fin despues de meses de travesia la caravana llego a su destino.

-mmm- sintio una punzada en la cabeza que la hiso levantarse- el sueño la habia vencido y ninguno de sur sirvientes ni siquiera el de mas alto rango oso a interrumpir el sueño de su princesa - ya paramos?- pregunto para si ya que no habia nadie mas dentro. Abrio un poco la cortina y miro por la ventana, habian algunos caballos amarrados a unos arboles y soldados descansando en el pasto platicando y otros dormidos - creo que hemos llegado- el lugar era Bastante distinto a su pais de origen pero era bello- bajo sola de la carrosa y amablemente pregunto al uno de los lacayos en donde estaban, este le respondio que habian parado enfrente de una posoda para que ella pudiera descansar y que la estaban esperando para quediera la orden de desempacar .

- que hermoso lugar y que harie tan fresco- mientras todos los demas descargaban ella paseaba por el jardin trasero de la posdad, encontro una arbol frondoso y se fue a sentar ahi para poder descansar mas pplacidamente - espero no quedarme dormi...- faltando poco apra termina la fraso quedo privada .

...pues supongo está bien, al menos tiene buen jardín...

Sho se encuentra paseando por el frondoso jardín de la posada. Tras una larga travesía a pie desde Iranaides (sí, a pie... este individuo no conoce los medios de transporte al parecer), decide tomar un descanso en Krista para luego reanudar el rumbo e ir hacia las Montañas Nevadas. Era un largo viaje, pero ¿qué otra cosa podía hacer en su situación?

Rondando entre la vegetación, encuentra un árbol enorme y frondoso. Siempre ha gustado de subir a las copas de los árboles a descansar, por lo que se disponía a subir de un brinco. Un suspiro y una pequeña mano a sus pies lo hacen voltear la mirada. Una pequeña doncella se encontraba durmiendo apaciblemente. Por su vestimenta, aparentaba ser de la nobleza, pero su rostro delataba su jovialidad.

...hija de algún adinerado tal vez...

Moviendo sus pies, hace un poco de ruido, suficiente como para despertar a la chica. Al parecer ya había dormido lo suficiente, porque despertó al instante.

Ah, disculpa, no era mi intención despertarte...

sientio que alguiene estaba a su lado pero como creia que era un sueñoasi que no hiso mucho caso y siguio durmiendo hasta que este ser movio un poco los pies rozando su mano lo cual la hiso despertar- oh no se preocupe joven- escucho la disculpa meintras se tomaba la mano, no le habia lastimado ni pisado pero fue la reaccion de sentir algo cerca - gusta que me retire?- subio un poco la cabeza pero luego la bajo, no era costumbre en su tierra que una mujer mirara directamente a los ojos a un hombre .

Sin embargo le parecia extraño que estuvera alguien a su lado, al parecer sus soldados estaban descansando y no se percataron de la presencia del joven . No le molestaba en lo mas minimo pero era una falta de disiplina de sus servidores, bueno no importaba mucho ahora, aunque misterioso aquel chico no parecia un maton ... despues de todo le habia pedido disculpas- ya esta atardeciendo- dijo en voz baja y sonrio- crreo que dormi bastante - se puso un poco roja por quedarse dormida a la intemprie , no era digno de una princesa. Seguia con la cabeza agachada en primera por costumbre y en segunda no queria que la viera con las mejillas encendidas , se acomodo un poco pasa sentarse ya que en la posicion que estaba se encontraba semiacostada.

Nah, descuida, sigue descansando... Total, para eso es una posada ¿no...? Sea en una cama o el jardín, para eso se está pagando...

A pesar de saber que estaba hablando con alguien de la nobleza (mas no tenía idea de quién era exactamente), Sho hacía caso omiso del estatus social de la chica, hablándole como a cualquier otra persona.

Debes haber tenido un largo viaje para haberte quedado dormida aquí... Aunque no te culpo, es un buen lugar para descansar... *mira el atardecer, ignorando el rubor y la timidez de la muchacha* He de suponer que los soldados en la entrada son lacayos tuyos... Inicialmente no me dejaban pasar para acá, pero bueno, uno sabe escabullirse supongo...

Sin previo aviso, Sho sube a una de las ramas más altas del gran árbol de un solo salto. Su agilidad le permitía hacer cosas como esa todo el tiempo.

- o muchas gracias - sonrio y se sintio extraña al ser tuteada, ni siquiera entre su familia se hablaban asi realmente era extraño , tal ves en esta ciudad las costumbres eran distintas, le gustaba el hecho de ser tratada como un igual, era bastante interesante , se puso contenta.

Supuso que el chico no tenia ni la menor idea de con quien estaba tratando y ella no seria quien se lo haris saber por que no era ninguna soberbia como para presumir su titulo y ademas de todos modos aunque supiera que ella era princesa, no era la princesa de su reino asi que que mas daba.

-mm? a si jiji son mis soldados, me alegra saber que si hacian su trabajo, lo que me decepciona es que no lo hacen bien- suspiro, definitivamente o estaban muy cansados o de nada sirvio tttraerlos con ella.

sintio como el otro dejo de esta a su lado y also la vida para ver como el otro ya estaba trepado en una de las ramas mas altasmdel arbol- wow que agil es- le dijo una vez parada y le aplaudio asomprada.

Nada del otro mundo...

Shinjo nunca alardea de sus habilidades acrobáticas. Ha tenido esas capacidades desde muy temprana edad, por lo que le parece algo natural. Otra cosa que siempre ha tenido es la capacidad de observación mientras finge estar despistado, por lo que sin dirigir la vista a la chica, hace una pregunta clara.

¿Y qué te trae a estas tierras tan lejanas de tu lugar de origen...? Esos ojos y esa vestimenta no son propios del continente, por lo que intuyo debes venir de más allá de los mares... ¿Negocios, diplomacia...? ¿O sólo te quieres tomar un descanso...?

Las preguntas dejan un poco sorprendida a la joven. Tal vez no se esperaba tal cuestionamiento. Tal vez fue demasiado de una sola vez. O probablemente es indignación por que se entrometan en sus asuntos. Sea cual fuese el caso, una frase más esperaba remediar la situación, cualquiera que esta fuese.

Claro, no tienes qué hablarme de ello si no quieres... No es que me interese mucho tampoco, simplemente es curiosidad... *bosteza con una pereza inigualable* Todos tenemos cosas qué hacer y lugares a dónde ir supongo...

Al terminar este comentario, estira su mano al cielo y la contempla. La chica no lo sabe, pero Sho piensa en las heridas en sus brazos. En lo que las causó. Y en lo que tiene qué hacer al respecto. Le dolían. Pero no precisamente por la gravedad de las mismas (la cual, sin embargo, es my aguda).

-si supongo que para un hombre como usted, esas habilidades son parte comun de su vida como lo es respirar - se quedo ahi abajo mirando hacia donde se encontraba el muchacho, afortunadamente ya el sol se ocultaba y por eso no lastimaba la vista al alsarla, le hubiese gustato subir pero la pesada bestimenta y los modales se lo immpedian asi que opto por quedarse solo viendo.

-ah?- se sorprendio un poco por las preguntas, no estaba acostumbrada a la forma tan driceta de hablarle de aquel chico - mmm - iva a responder cuando el chico volvio a hablar - jijiji asi es- de cierta forma entendia la curiosidad de otro, era obvio que ella desencajaba en aquel escenario por eso de cierta forma "llamaba la atencion" si es que esa era a forma apropiada de decirlo-bueno a decir verdad mi situacion me impide hablar abiertamente del tema, digamos que estoy en una busqueda por intereses personales -.

Se quedo contemplandolo parecia que se estaba empezando a sumir en sus impredecibles pensamientos por eso decidio quedarse ahi parada pero callada y sonriendo dejando al hombre cavilar.

El Sol comenzaba a caer lentamente. Mirar al cielo no lastimaba la vista ya, como la princesa había notado. Sin embargo, el inminente atardecer lanzaba rayos de luz que hacían resplandecer todo lo que cubrían. Todo, excepto la mirada del muchacho. Ojos violetas, opacos como pocas cosas. Incluso el fulgor del cuerpo celeste que se oculta tras el horizonte no es suficiente para hacerlos brillar siquiera un poco. Parecía que esos ojos no tenían vida. Y esas orbes sin vigor giraban para poner su atención en la curiosa joven, que parecía entretenida con la reacción del individuo.

Y bien, ¿hacia dónde te diriges...? No por echarte la sal, pero tus guardias no se ven muy bien que digamos... Incluso si descansan y comen bien el día de hoy, no te aseguro que rindan lo suficiente como para cuidarte bien...

La mirada de Sho no era para nada cálida. Era intimidante hasta cierto punto, mas no lo hacía a propósito. Así son sus ojos, la mayoría del tiempo al menos. Pero su actitud no se quedaba atrás en peculiaridad respecto a su aspecto. Dejándose ir de lado repentinamente, cayendo de pie al lado de la muchacha (y dándole un buen susto en el proceso, sobre todo porque es 30 centímetros más alto), le dirige una vez más su atención con esos extraños ojos.

Busco un lugar llamado Renais, así que sería de gran ayuda si vas para aquellos rumbos...

Acomodándose los guantes, la expresión de Shinjo se tornaba más seria, si es que eso era posible.

Es muy probable que no lo parezca, pero creo que te puedo ser útil en lo que tus guardias recuperan el aliento...