Dont piss me off(?) -Libre- [+18]

blablablablablablablabla el murmullo de la gente se elevaba por los aires. Una gran multitud se reunia en la plaza de krista, el motivo? al parecer habia llegado una carabana, un circo o algo similar. Gitanos dando sus espectaculos, bailes por dokier celebraciones era lo unico ke podias observar a donde kiera ke viraras la vista. El dia perfecto, el clan le habia encomendado matar a uno de los altos mandos de krista, un general.

El sol brillaba a lo alto, el clima era perfecto, soleado pero sin demasiado calor, solo el apropiado. Sus orbes celestes miraban el bullicio de la gente, se encontraba posicionado en lo mas alto de la iglesia inclinado sobre sus rodillas, atento a cualkier movimiento importante o muy notorio en la pleve, permanecia inmovil, casi como si pareciera una gargola. Mas no lo era. De haber podido ser completamente visible podria versele desde lo lejos, tan solo como una simple figura, kiza confundiendolo con uno de los adornos de la catedral, el escondite perfecto a la vista de todos y sin ser detectado. Si bien era mas precavido estaba usando su habilidad de camuflarse en el ambiente (cloaking= se hace invisible) para evitar ser detectado y ke la "victima" fuese advertida.

Como si fuesen a verle! el punto donde estaba era nada mas y nada menos uno de los mas altos de la ciudad. Como identificaria a su presa? facil, entrenamiento de asesino, eso se le facilitaba. Finalmente algo llamo su atencion, y ahi estaba el general al ke le habian mandado a matar. Casi con agilidad felina, se deslizo corriendo de tejado en tejado, saltando en ocasiones, hasta ke finalmente y de manera facil, estuvo entre la multitud.

Camino a paso trankilo, y lento, apartando a los demas con sutileza, no keria levantar sospechas de ningun tipo. En su muñekera a mano izquierda, una pekeña cuchilla fue revelandose, la tension crecia con cada paso ke ejecutaba, cada uno con cautela, con cuidado... tan sigilosos. Finalmente llego hasta donde la victima, a sus espaldas el tan buskado general no pudo percatarse del asecho, hasta ke solo sintio como la cuchilla le apuñalaba cinco veces y antes de ke su cuerpo inerte y sangrante, cayese al suelo, el autor de dicho acto desaparecio entre la gente.

Un pekeño grito de terror no hizo de esperarse viniendo de sus espaldas, ahora sabian bien ke un asesino andaba suelto por ahi, no le importo, simplemente miraba la pluma de aguila albina en su mano, cubierta de sangre. Continuo caminando, tan trankilo y pasando desapercibido, hasta ke uno de los guardias le miro de manera sospechosa y comenzo a seguirle.

-Mierda- Se dijo por lo bajo mientras doblaba hacia un callejon ke daba presisamente a la plaza, pero antes de poder continuar su camino, choco con alguien....

El clamor de la ciudad la habia guiado hacia la muchedumbre, una gran variedad de almas desfilaban delante ella en tonos mas claros y oscuros dependiendo de sus actuares y pensares. Una delicia para los sentidos de quien supiera asi apreciarlos.

Storm habia ocultado sus alas y su cola demoniaca debajo de su piel, tan solo se diferenciaba de los humanos corrientes por los cuernos de su cabeza, sus largas orjas al estilo elfo y sus peculiares ojos. Hija de un satiro y una elfo, se justificaba ella con fingida inocencia, luciendo su cabello largo y lacio suelto, como si fuese una capa echa de sombras. Vestia un vestido sencillo color azul, largo hasta los tobillos, pero la caida de la tela asentuaba su figura, tambien gracias a algunos accesorios color zafiro y oro. Los hombres le deseaban, las mujeres le envidiaban, que placer aquellos sentimientos, pero algo mejor llego a su percepcion.

Un alma danzarina, roja sangre y negro brea, una danza mortifera y un grito de horror, maravilloso. Con interes, comenzo a seguirle el paso entre las personas, buscando al dueño de tan peculiar aura. No fue extraño hallarlo en algun lio de por medio, caminaba disimulado mas unos guardian le seguian sospechosamente.

Salto entre la gente, aferrandose al brazo del hombre con una sonrisa de enamorada en el rostro y los ojos de reproche -Amor ¬¬ te has perdido la carabana, y todo por ir a hablar con tus amigos? ahora deveras recompensarme x33- mirando de reojo a los guardias, hipnotizandole con aquellos hermosos ojos carmesis para que se marcharan. devian sentirse apenados por "molestar a una pareja de tortolitos" de aquel modo.

Asi ke lo ke sintio fue un leve tiron, y de repente observo a una chica llamarle amor?, vaya ke suerte! de esa manera pudo despistar a los guardias ke le seguian, si lo ultimo ke necesitaba era ke le siguieran un buen rato, seria nefasto. -La caravana?- Pregunto algo, curioso como si hubiese sido verdad -Ya ves, eske la platica estaba entretenida.

Siguio el juego, creyendo ke aun le seguian (?) mas no pudo ver lo ke la chica hizo con los guardias, de todas maneras, como saberlo? Se dejo tironear por la chica, aun continuando akella farza, ke joder! el asesino tambien era un gran "actor" y todo parecia como si ambos se conocieran de toda la vida y fuesen una pareja de verdad. Echo un vistazo de reojo mirando ke los guardias habian desaparecido, luego dejo escapar una leve risa agradable por lo bajo.

-Muchas gracias milady- pero aun no se zafaba de los brazos ajenos, aunke serio era algo mujeriego. -me ha salvado- Continuo mientras le guiñaba un ojo a la demona. Aunke en esta ocasion no pudo evitar pasarse de "coketo" ya ke la chica ke tenia ante sus ojos era casi una diosa, su figura esbelta y tan agradable a la vista, aun con akellos cuernos, pero vamos, en un carnaval como ese te encuentras mucha gente de distinta clase y razas ke vienen a ver los espectaculos, asi ke akello no se le hizo "raro" o de extrañarse, de igual manera muchos de los hombres le miraban con envidia, mira ke tener a semejante "chica" tan solo para el (como ellos le veian).

Caminando lentamente aun en la forma ke la otra agarraba al humano, fue como llegaron al centro de la plaza, donde habia una hermosa y gran fuente, aunke alli no habia tanto bullicio de gente, de igual manera podia verse varios espectaculos de alrededor

Sin duda, el muchacho habia entendido y correspondia su actuacion como si fueran verdaderos amantes. No pudo evitar mostrarse algo coqueto al agradecerla, pero extraño hubiera sido que un hombre no lo fuera con ella. Era un chico apuesto sin duda y a los ojos del resto no formaban mal pareja.

Se sento en la fuente con una sonrisa en labios, cruzando las piernas con naturalidad, dejando que estas se asomaran un poco bajo la falda, luciendolas. -No hay de que, no podia perder la oportunidad de hablar con alguien tan apuesto- soltando una risa suave, picara y coqueta como si acabara de cometer una pequeña travesura.

-Si quieres, puedes recompensarme...- sonrrosandose un poco, invitandole a que se sentara a su lado. Pudo sentir como ese gesto coqueto hacia el joven habia echo enojar a uno de los espectadores, que queria tomar su lugar para sentarse con ella, pero habia sido frenado por unos amigos que comprendian biene sa envidia. Hombres...tan predecibles e ingenuos, como se satisfacia provocandoles, pero ese dia tenia sus ojos en una sola alma que danzaba bicolor delante de ella, alagado de su presencia, aquel encantador asesino.

-Dime...me besarias?- preguntando con fingida inocencia y un rostro encantador, sonriendo suavemente para marcar sus labios, era una propuesta dificil de rechazar sin lugar a dudas para cualquier mortal.

Picara... con ke afan le habia "salvado" de ser descubierto por los guardias? Miro akel sonrojo pareciendole algo extraño, de igual manera la otra parecia no haberlo hecho de mala fé. Su vista se desvio rapidamente a akel tipo ke habia tratado de ir a golpearle, sonriendo de lado ante akello, si supiese la verdad, kiza si se habria zafado de akellos brazos ke le impedian llevar a cabo su cometido, lanzandosele armando un espectaculo igual o mayor de entretenido ke el ke los gitanos propinaban.

No rechazo la invitacion y obviamente, se sento a su lado, ya deshaciendo un poco la farza. Su peso se inclino hacia adelante, recargando los antebrazos en los muslos de este, mirandola de esa manera. Lo ke en realidad le hacia gracia fue la frase "no perder la oportunidad de charlar con alguien tan apuesto" jajaja "charlar"? si era un maldito callado, al punto de parecer un maldito autista, pero como iba a saberlo la chica? lo de conocerse y ser pareja obviamente era una farza no es ke la otra de verdad fuese a conocerle como para saber akel pekeño dato.

Akella "inoscencia" le tomo desprevenido, sorprendiendose algo, ruborizandose leve tambien, si bien era mujeriego mas nunca le habian pedido algo asi de manera tan... directa y abierta como akella chica lo habia hecho. En su mente la estupida idea de ke algo escondia no sezo desde ese momento, nego levemente, tal vez solo estaba siendo paranoico, ke no? los guardias le habian visto de manera sospechosa, suficiente motivo para actuar de esa forma.

Pero era un insignificante beso ke no? y le "debia una" asi ke no podia negarse ante tal peticion de la dama, aunke tambien resultaba extraño, akella inocencia y rostro encantador, tambien la exkisita belleza de la dama... No haber obtenido akello antes, resultaba hasta increible. Asintio de manera leve, mientras se acercaba mas a ella pozando su rostro a unos cuantos centimetros de distancia entre ambos, para finalmente, besarla de manera suave y hasta tierna....

El chico parecia dudar a la peticion, sediendo finalmente con timidez, ese gesto lo hacia mas encantador, otorgandole una inocencia que no parecia tener antes. De manera suave y dulce se hacerco a ella, entregandole un tierno beso que seria mas que suficiente para la demona. En aquel pequeño gesto habia podido saborear un poco de su alma, lo suficiente como para saber cuanto deseaba poseerla completamente, volvio a ruborizarse, pero esta vez de manera sincera mientras aquel pequeño fragmento de aura se disolvia dentro de ella.

-Gracias....ahora estamos a mano- sonrie acomodandose el cabello sobre una oreja tratando que el sonrrojo se desvaneciera un poco. No podia dejar de pensar en lo mismo....delicioso...

-Tienes planes...es decir, si te gustaria pasear un rato conmigo- le pregunta jugando con la punta de su cabello como cualquier chica que le gusta alguien, temiendo que este se negara. Devia tenerlo para ella sola, devia atraerlo hacia ella, aunque fuera para un beso mas -Prometo que sera divertido, por favor.- suplicandole con una sonrrisa, tomandole una mano, esperando que aceptara por su cuenta...de otro modo, tendria que obligarle, aunque ya no fuera tan divertido el asunto.

-supongo ke si- Agrego con la chica ante la idea de ke ahora la deuda estaba saldada, habia sido un precio muy "barato" hasta eso. Una leve sonrisa se dibujo en su rostro al mirar el rubor ajeno, haciendosele la chica aun mas atractiva, de lo ke ya era....

Akello si ke le tomo por sorpresa, nunca habia esperado acabar en una clase de "cita" en medio de akel encargo, pero ke importaba, habia terminado lo suyo ke no? si decia al gremio ke habia tardado un poco mas por akello para no levantar mas sospechas kedaria mas ke perfecto, ademas nada mas ni nada menos ke la pura verdad. Ademas "divertido" sonaba tan... atrayente, desde hacia cuanto ke no andaba asi con libertad por las calles de una ciudad? por lo general era ir matar, informar y de regreso al nido de ratas... el gremio de asesinos. Oh si! la vida perfecta! bah...

volvio a sonreir de lado, asintiendo mirando a la chica, ademas no iba nada en serio, un simple paseo y ya.. ke podria ir mal? Pobre ingenuo, pero como ver la fatalidad en la belleza? es algo casi imposible de observar, no ver el peligro latente en algo sumamente bello. -Claro, porke no?- Dijo finalmente

No podia dejar de pensar en la escencia del muchacho, aquel pequeño beso tan solo le habia abierto el apetito, pero devia tener calma, no devia avalanzarse contra el joven si queria que sabiera a maravillas, se prometia a si misma que el proximo bocado seria muchisimo mejor.

Con confianza y una sonrisa amable, toma el brazo de Kouga, guiandolo hacia un pequeño tour por el pueblo, El lugar estaba alegre por el espectaculo de la caravana, mostrando una variedad de razas, personas y mercancias desfilando por las calles en un ambiente relajado y alegre.

-Carmelias x33- sonrie la chica, tomando un hermoso ramo de carmelias rojas que le ofrecia uno de los vendedores. Eran de sus favoritas y no dudo en acefcarlas al rostro del joven para que las supiera apreciar por su aroma y color.

Puesto tras puesto mostraban esquicitas mercancias que la demona no dudaba en admirar las mercancias con una sonrisa, dejando que el joven tocara suaves telas, disfrutara de frescos colores y sintiera el aroma de perfumes y peculiares objetos.

Queria probarle en aquel estado, conocer el sabor de su alma estando feliz, si al asesinarposeia aquel agradable sabor, al ser dichoso seria un exquisito manjar. Tan solo devia tenerlo junto a el y esperar el momento adecuado, todo se daria naturalmente si las cosas marchaban como ella lo deseaba.

-Esperame aqui x33- le pide con un sonrisa complice y picaresca, acercandose a uno de los puestos que el joven no podia ver desde donde lo habia dejado. Divertida, regresa escondiendo algo tras su espalda, mostrandoselo como una sorpresa, un hermoso tazon decorado con rosas y carmelias en el cual su interior se hallaba una sopa de fideos largos (spaguettis) en un caldo de especial que sinceramente olia delicioso -Dicen que es el mejor de por aqui....y yo sola no puedo acabarmelo....asi que...u///w///u- ofreciendole con una sonrisa timida si deseaba compartirlo con ella en algun lugar tranquilo.

vaya ... una cita, hacia cuanto ke no tenia una? Si bien lo pensaba habia sido hacia mucho.. oh claro y depsues el clan le mando a matar a su a amada, dandole un tragico final con sus propias manos... maldito nido de ratas. Y gustoso acompaño a la dama, pero aunke la otra hacia de todo por tratar de contentarle, el chico apenas si esbozaba una sonrisa de lado, no era ke no la estuviese pasando bien, a la contra, hacia años ke no tenia una libertad como akella. Pero ser serio ya era parte de su vida, algo ke no iba a cambiar tan facilmente.

A leguas se notaba ke la chica era encantadora, no tanto en figura sino tambien en personalidad, parecia ser sencilla, carismatica, amable, alegre, en fin.. un sueño hecho realidad.. acaso era tan maldito afortunado por haber conocido a tal belleza como esa en una situacion patetica como habia sido unos instantes.? Si hasta kedaba mal, todos los hombres le veian mal, con lo extremadamente serio ke era y la otra por esforzarse tratando de alegrarle, ya kisiera cualkiera estar en los zapatos del peli rojo.

Si bien entre akellas mercancias no habia encontrado algo interesante, si bien habia finjido (con gran logro) mostrar un poco de interes en una ke otra cosa, pero en realidad lo hacia para ke la chica no se sintiera, despues de todo seguia debiendole una, aunke las cuentas ya estuviesen saldadas, de igual manera no tenia nada mejor ke hacer.

Incluso, pago por el ramo de carmelias ke le habia mostrado la chica, obsekiandoselas, parecian gustarle asi ke kiso darle gusto en eso. Ante tal peticion asintio y cruzo los brazos viendole como se marchaba hacia un puesto, aprovecho para echar un vistazo rapido a akellos curiosos ke le observaban. Obviamente no fue una mirada curiosa lo ke les devolvio, sino una seria e incluso frivola, intimidando a uno ke otro, los cuales, se alejaron. Aprovecho un poco la pausa para comprar una ke otra manzana (su fruta favorita) y una hogaza de pan, siendo ese su perezosa comida de media tarde, para volver casi enseguida al lugar donde le habian pedido esperar.

Arkeo una ceja cambiando akel rostro serio y casi inexpresivo a uno de curiosidad al observar ke traia algo detras de ella... ke tramaba? Sonriendo de lado al escuchar la peticion de la dama -Tengo estomago para mucho- Dijo asintiendo, mientras se terminaba la hogaza de pan limpiandose las migajas de este, buskando con la vista algun sitio donde pudiesen sentarse para comer lo ke la oji rojos habia comprado.

Camino tomandole un brazo con una mano y sosteniendo el tazon con la otra, buscando un lugar hermoso, tranquilo y sin testigos. Un rincon remoto de un gran parque resulto perfecto para la farza. Estaban en una especie de claro natural, donde el sol daba calido y agradable, los arboles y arbustos generaban una barrera natural entre ellos y el resto del lugar, sin duda Storm se percataria si otra anima se acercaba.

Con una suavidad natural de la demona, alcanzo al joven los cubiertos, asi ambos comenzarian a comer del tazon, pequeñas miradas, algunas sonrisas, suspiros y aquel talento llamado "seduccion", todo era una perfecta carnada para volver casi inevitables los sucesos que continuarian. Sus rostros se acercaban con la escusa de compartir tazon, su respiracion se hacia mas suave hasta que el tazon se hizo invisible para ella y solo veia los ojos del muchacho, consentrandose en el y sus labios.

Acaricio sus labios con los de el, dejando que el tazon se deslizara al suelo y se quedara alli. "Seduccion" se mantenia activo mientras Storm buscaba profundizar aquel beso y tomar de el todo cuanto deseara. Su paladar se empalagaba recorriendo su boca, saboreando aquella peculiar alma bicolor, queriendo solo lo suficiente para que el muchacho jamas se apartara de ella y poder beber de el cuantas veces sus caprichos desearan.

Y alla iba de nuevo! Ke suertudo... o mejor dicho, pobre idiota sin saber lo ke le esperaba, embobado con akella fatal belleza y el peligro latente frente a sus nariz, y el sin sikiera percatarse de ello, y eske nadie le enseño a cuidarse de las mujeres... solo lo hacia de una, pero ella bien podria ser algo asi como su hermana, la fastidiosa.

Ke buen lugar habia escogido la demona para poder comer trankilos, odiaba las muchedumbres, pero no lo habia mostrado para no incomodar a la dama, una vez mas... Si bien, sus entrenados sentidos podrian alertarle tambien si alguien ozaba interponerse y esta vez no dudaria en saltar a los golpes de ser necesario. Pero, porke tanto afan de estar con ella? Si, era linda y carismatica, pero parecia ke habia algo mas ke le atraia, como si de un poderoso iman se tratase, nego levemente deshaciendose de la estupida idea en su cabeza, ya habia pensado en akello varias veces, y no le gustaba, comenzaba a sentirse paranoico sin necesidad de terner algo por ke hacerlo.

Fue cuando la chica le paso los cubiertos, si bien tenia modales, debio aprenderlos, ya ke en una ocasion se hizo pasar por un alto burgues, pero en esta ocasion no demostro demasiados modales, no keria darle a entender la chica ke era alguien fino y delicado, de igual manera asus acciones no lo demostraban.

Akello le tomo por sorpresa, pero se dejo hacer... si sera un asesino, un maldito y lo ke kieran.. pero continua siendo un simple hombre, un debil humano.. y el instinto es mas fuerte ke cualkier cosa.. para fortuna de la demona consiguio lo ke keria. De manera sutil se separo de ella, mirandole, le faltaba algo el aire.. pero supuso ke era normal despues de algo como akello... sin saber el motivo real por el cual habia pasado eso.

No lograba llegar a controlarse por completo a ella misma, de manera suave se separaron por voluntad del humano, pero ella noe staba dispuesta a desistir aun. Le sonrie con suavidad, acariciandole el rostro de manera tentadora, acercandos esta vez de una manera no tan delicada, manteniendo sus ojos clavados en los de el buscando embriagarle con ellos. Toma su nuca, besandole con pasion, fuerza y seduccion, apegando su cuerpo al de el con la sutileza de una dama.

Aquel sabor le extasiaba, sacandole de sus casillas, apenas podia controlar a su propio cuerpo, aquella cola de punta lanza habia salido del interior de su cuerpo, asomand por debajo de su vestido, al igual que sus alas demoniacas que se hallaban plegadas en su espalda brillando mas carmesi que nunca.

Suaviza aquel beso hasta separarse, esperando haber dejado suficiente de aquella delicia para toda la eternidad. Aun con aquella mirada atrayente y sonrisa dulce obserba a su victima como sie ste no pudiera notar sus nuevos atributos. -Me amas?- le susurra en el oido la demona, si habia quedado bajo su embrujo solo podria dar una respuesta afirmativa, sediendo a sus caprichos.

Sintio akella leve carisia por parte de la femina, se sentia tambien, su tacto era como el toke de la seda o un suave petalo de rosa... todo tan satisfactorio, en verdad parecia ser sacada de un sueño.. uno muy bueno para ser verdad o benevolo.

Sintio todo akello, y aunke en un principio lucho inutilmente ante la tentacion todo fue en vano, nisikiera hizo ya el intento por separarle, todo era demasiado bueno... demasiado. Le correspondio en gran medida, con una gran pasion ke nunca se esperaria de akel joven tan serio y reservado. Fue cuando cayo en cuenta, pudo sentir sus manos heladas, algo muy extraño, tambien su cuerpo se fue estremeciendo cada vez mas y mas, ante las caricias de la chica, mas no era exitacion era algo totalmente distinto. Habia estado asi anteriormente con otra chica, hacia mucho y aun recordaba akella calida sensacion, la embriagues de ambos cuerpos entregandose, y lo ke sentia en ese momento no era exactamente igual, nisikiera se le parecia.

Si, se percato, pero por mas ke su mente trataba de alejar a akella chica, su cuerpo no le correspondia -Ung- Pudo sentir un "vacio" interno, ke era lo ke estaba pasando? Le comenzaba a costar trabajo respirar y no era meramente por akello apacionados besos ke la demona le regalaba.

Su fuerza de voluntad era enorme, mas la seduccion de la chica lo era aun mas, termino perdiendose en akellos rojizos ojos al grado de ke el brillo de los propios desaparecio. Un jadeo salio de sus labios cuando la chica se separo, pero carajo! eske habia sido tan estupido como no haberse percatado antes!? pero eske nisikiera parecia una demona! ke estupido, ke estupido era. Obvio se percato de akellos nuevos atributos de la chica, lo ke comprobaba sus nuevas sospechas, mas ya era demasiado tarde como para resistirse.

Ke si le amaba!? En su mente la palabra "No" reboloteaba bruscamente, trato de negarse de tratar de combatir, negarse a ser su marioneta, ya de porsi era manipulado por un oscuro sistema: El gremio de asesinos. No keria terminar peor de lo ke ya estaba, atado a un patetico destino del cual no podia cortar akellos hilos... no sin ke le costasen la vida. Se estremecio una vez mas, en un patetico intento por resistirse, de nuevo, y lentamente asintio para deleite de la demona. -S...si- Afirmo mientras tan solo por dentro, lo unico ke podia hacer era sentir la vil impotencia.

Acariciaba su rostro con suavidad mientras esperaba un respuesta, aquel hombre era su pequeño tesoro, su deliciso capricho. Se acomodo sobre sus piernas, dejandose acariciar por la escensia del sujeto mientras salia de su boca la confirmacion a su deseo.

-Muy buena mascota- besandole la frente con suavidad, satisfecha consigo misma, habiendo logrado un interesante trofeo. Le acariciaba el cabello como a un muñeco, observndole interesada, viendo en que aprovecharle ahora mismo. -Y que hare contigo ahora? ^^- acariciando sus labios con la llema de los dedos. Ignoraba completamente el nombre del muchacho o todo lo relacionado a él, solo conocia a la perfeccion la delicia que ocultaba su alma. De a poco, sus alas y su cola volvian a ocultarse bajo su piel, noe ra bueno revelarse ante las personas si es que queria sacar a pasear a su juguete junto a ella.

-Sigueme- ordena, parandose con la seguridad de todo amo hacia los insignificantes, acomoda su cabello con un toque lujurioso y sonrie complacida. Deveria conseguir cosas para aquella nueva adquisicion, adorando los fetiches y las extrañesas de todo sucubbus. Divertirse, humillarle, dominarle, miles de formas de jugar con un mortal y sin saber con cual de todas iniciar.

Compra un collar para mascotas, una de esas de cuero negro con pequeñas incrustaciones de metal afuera para hacerlas ver mas agresivas. Lo coloca en el cuello del hombre, ajustandolo con un poco mas de lo convenido, pero sin lastimarle. Un pequeño hechizo de su talento incrustado en el le hacia efectivo -Eres mio, y mientras yo quiera asi sera, no lo olvides.- advirtio con naturalidad, si intentaba desobedecerle, escapar o intentaban liberarle, una corriente electrica le inmovilizaria o le dejaria inconciente. Como le gustaba poseer talento sobre la electricidad, un verdadero orgiullo para la demona. Estaba demaciados egura de ella y su poder, pero le agradaba hacer aquellas pequeñas amenazas, o agregar algunos elementos para torturarle o molestarle a su placer.

Un tiempo mas en el mercado, pero ya no eran telas o flores lo que le interesaba, buscaba sogas, cadenas, petalos de flores, espinas, peculiaridades que no se sabria adivinar a simple vista para que lo desearia tan "encantadora" joven.

Ma-mascota!? habia dicho mascota? ke diablos le pasaba a esa demona, ke acaso no iba a matarle alli y ahora?. Ahora tambien tenia ke rebajarce a ser la mascota de una demona... de porsi ya lo era con su "hermana" la fastidiosa de ayane, vaya ke mala suerte tenia.
Lo unico ke podia hacer era limitarse a sentir lo ke la demona hacia con el, dentro suyo aun luchaba por recuperar el control y saltar al atake, si bien, era mejor morir en el intento ke ser un vil esclavo de akel ser infernal

Miro "sorprendido" como la chica guardaba o mejor dicho, como desaparecian las alas y la cola de su cuerpo, y como si fuese inercia, se levanto de golpe, justamente obedeciendole, y eso, ke hacia lo posible por luchar y no obedecerle. Pero parecia ser ke una fuerza inhumana lo jalaba hacia la chica, mas no levantaba sospechas, caminaba como siempre "actuaba" como siempre.. solo ke contra su voluntad.

-Demonios- MAsculla por lo bajo mientras mira como al chica se va a uno de los puestos, sepa dios ke compraria, hasta ke vio como le ponia eso, mira ke si se tomaba en serio su papel ama-mascota. Se llevo una mano hacia akel collar, mas pudo sentirlo... un hechizo de electricidad... joder si ke estaba perdido. La advertencia le valio poco, si bien estaba acostumbrado al peligro constante, mas no a uno como de akella indole...

miraba como compraba akellas cosas, sin saber aun para ke las keria (( xD IDIOTA!!! )) En su mente solo como podia, marginaba un futuro escape, si es ke abria oportunidad alguna...

No era necesario arrastrar al muchacho, con solo una mirada era suficiente para que le siguiera sin poder evitarlo, despues de todo, él se habia convertido solo en una marioneta de sus caprichos y en un recipiente de su mayor delicia.

Entro a una posada de pueblo, sonriendo al dueño como todo una dama -Quiero todo el piso de habitaciones, y que nadie suba a menos que lo ordene- un gesto coqueto acomodando su cabello y una bolsa de monedas de oro mas que suficiente para cumplir su peticion. El humano, dichoso, no tarda en acomdicionar la mejor habitacion y en verificar que el resto del pisoe stuviera desocupado.

La habitacion era acogedora, con una amplia cama para dos personas y una ventana que daba hacia la torre del relog. -Acomodate en la cama- dice con una misteriosa sonrisa de disfrute en su rostro, mientras acomoda sobre la mesa las compras realizadas -Mejor desnudate....me he olvidado comprarte algo de ropa de repuesto- soltando una suave risa divertida, mientras dejaba caer su vestido al suelo, descalzandose y dejando sueltos sus atributos demoniacos, libre de toda apariencia en aquel pequeño recinto. De espaldas a la mascota, buscaba entre sus objetos el apropiado para jugar. El hombre solo podria ver la piel nivea de su parte trasera, rematado con las alas rojas, la cola de huesos y aquel bello cabello negro, una convinacion que seguia siendo igualmente de atrayente para cualquier mortal.

-Se me antoja una jovencita para comenzar ^^- decide finalmente, acercandose a la puerta, gritando unas ordenes al dueño para que subiera la nueva niña de labores. Una atraccion interesante como calentamiento, y lo suficiente satisfactorio para aun no comenzar a quebrar a su nueva adquicision.

Mascota, mascota, mascota, mas la demona nunca habia dicho ke clase de "mascota" iba a ser para ella. Se sorprendio algo al ver ke se dirigian a una de las posadas del pueblo, ahora comprendia todo. Mientras la chica hablaba con el dueño del lugar intento volverse invisble ((aka= Cloaking)) mas no pudo, acaso lo unico ke podia hacer era pensar libremente? Y ejercer una ke otra frase?... aunke bueno lo ultimo no le ayudaria mucho, para colmo tenia ke ser callado.

Y orgulloso como para pedir ayuda, lo bueno es ke el dueño del lugar no habia sospechado nada.. o mejor dicho "ke mal" ke no lo habia hecho. Ahora maldecia la maldita avaricia humana.
-Quiero todo el piso de habitaciones, y que nadie suba a menos que lo ordene- Un leve escalofrio cruzo por el cuerpo del joven cuando escucho a la femina decir eso. Y ahora ke seguia?

La siguio, callado, aun luchando internamente por "liberarse" sinceramente no veia manera de hacerlo, y aunke no keria ahora no era mas ke la marioneta de la chica. Cuando entraron a la habitacion la examino de rincon a rincon con la mirada, ahora se hacia una idea. Trago algo de saliva, fue cuando la voz de la chica le hizo prestar atencion. Y de nuevo, como si algo lo jaloneara ahi estaba, acomodado en la cama tal y como la demona habia ordenado. Ahora si habia hecho un gran esfuerzo por nisikiera moverse, mas siempre en vano.

Un leve rubor paso por su cara al escucharla despues y una gota de sudor frio resbalo por su cara al escuchar la nueva orden. Si, sera un hombre, pero nunca le paso por la mente poseer a una mujer de esa manera... o ke le hicieran por lo ke estaba pasando por el momento. Y ahi estaba, de nuevo, cumpliendo las ordenes de su "ama" y sin chistar para su desgracia. -Una... jovencita?- Y asi sin mas, la demona fue a la puerta, mas no pudo entender lo ke habia gritado, su mente estaba mas ocupada tratando de ver el momento adecuado para escapar.

En efecto, akella chica de las labores no se hizo de esperar, lista para lo ke se le ofreciera a la inkilina, obviamente al pasar cerro detras de ella la puerta. Acostado como estaba, miro a la chica de reojo, desviando rapidamente la mirada y al extremo sonrojado -Doble mierda..- Susurro... Si bien no le importaba lo ke le pasara a el, mas no keria dañar o "involucrar" a otros con sus acciones no voluntarias... no keria hacerle nada malo y/o indevido a akella jovencita

La niña entro a la habitacion con toda gentileza hacia la bondadosa señorita que solia dejar tan buenas propinas, pero al entrar no esperaba ver a un hombre desnudo sobre la cama mirandole sonrrojado y a la señorita tambien sin ropa alguna y....con alas y cola de demonio! quiz gritar y huir mientras que el rosado de su mejillas se transformaba en un fuerte rojo en todo su rostro. Pero la demona ya habia cerrado la puerta y ahora le abrazaba por la espalda, acariciandole el rostro con suavidad -Que bonita niña tenemos aqui...- dice complacida, embriagandola de caricias, oliendo su cabello y tocando su suave piel, tan solo 12 años tenia la pequeña, su suave cuerpo y su mirada inocente seria suficiente para quebrantar a cualquier hombre.

Le toma el rostro con una mano, obligandole a besarle los labios, solo tomaria lo suficiente para romper su voluntad -Pequeña hermosa, jugaremos un poco contigo, si?- dice de manera encatadora con una sonrisa, soltandole mientras la niña nerviosa se quedaba quieta en un rincon, tomandose el vestido y esperando que no le dañaran.

-Mascota, mira que bonita es, dile lo hermosa que te parece y arrancale ese vestidito que lleba, se vera mucho mas hermosa sin el, disfruta de su juventud- se acomodo el cabello y se sento contra la ventana, deseando contemplar la escena que habia creado. Esperaba ver como el hombre le desvestia a la fuerza mientras la niña lloraba de miedo, queria ver comoe ste le tomaba en sus brazos diciendole cuanto le "amaba" mientras ella deseaba escapar, como ambos actuaban contra su voluntad sin poder resistir el encanto que rodeaba la habitacion.

"Mascota"? Ahora ya le llamaba de esa manera? akk si ke estaba en una situacion dificil. Al escuchar la orden se sento en el borde de la cama, listo para obedecer a su ahora ama. MAs dudo unos instantes, estaba luchando contra el mismo, no keria ni podia hacerle algo asi a una chica, y mucho menos a una niña! Comenzo a sudar frio y a jadear, en definitiva, luchar contra akello no era nada facil, si tenia una voluntad enorme pero por mas ke intentaba no lograba zafarse del embrujo de la demona.

-NO!- Grito negandose a la orden, dudando de nueva cuenta, luchando contra si mismo y contra el control de la oji rojos. Por unos instantes miro a Storm, despues a la jovencita -No puedo... no puedo hacer algo como eso- PEnso, el no era de esos... no era esa clase de animaña... podria ser muchas cosas mas un violador y abusivo no entraban en esa categoria.

mas no sirvio de nada, de un movimiento brusco, tomo a la niña por un brazo tirandole a la cama, posandose este encima de ella tomando las prendas ke vestia y arrancandolas de manera salvaje, sintiendose de lo peor por dentro, sintiendo la impotencia de no poder resistir las ordenes de la demona. Obviamente, el grito de susto no hizo de esperarse de la niña, la cual intentaba cubrirse, cosa ke obviamente el asesino no permitio por ordenes de su ama.

"Disfruta de su juventud" apreto la mirada -...eres.. hermosa...- y dijo tal como la peli negro habia ordenado, y de golpe se adentro en la infante, dejando escapar un suspiro ante akella accion, algo meramente normal en akella clase de actos, comenzando a moverse, escuchandose solamente la respiracion agitada de el asesino y el llorikeo de la pekeña, para deleite de akella maestra de la escena.

Habia escogido perfectamente, aquel nuevo esclavo de sus caprichos poseia una interesante voluntad, buscando desobedecerle y revelarse contra ella, pero finalmente todo era inutil para el terminaba sediendo mientras por dentro la conciencia le carcomia. Que encantador resultaba ello, que divertido era verle replicar para luego seder a la voluntad de su ama, rio con malicia para ver como luego se abalanzaba sobre la niña, empujandola hasta la cama y atrapandola con su cuerpo, ver comoe sta forcegeaba y lloriqueaba buscando liberarse.

Le desnudo exponiendo su suave contorno, impidiendo que pudiera cubrirse de algun modo para luego penetrarle con brusquedad provocando un grito de dolor de los labios de la pequeña, quien lloraba y gritaba ahora con mas fuerza sin poder evitar sentir algo d eplacer entre tanto miedo.

El asesino a pesar de haberse negado tanto ahora tambien disfrutaba del cuerpo de la niña sin importar cuanto su emnte le digera que era incorrecto.

-Shh, no llores...ahora eres una mujercita, no querias eso?- dice con dulzura, sentandose en la cama, acariciando el rostro de la niña con suavidad, llevando la punta de su cola esqueletica para acariciar sus suaves pechos. La daga afilada que era esta extremidad habia sido suavizada para no dañarle y ayudar a que participara del juego. Beso la frente d ela pequeña mientras los sollozos de esta se calmaban y ahora podia sentirse solo unos pequeños gritos de dolor y suspiros nerviosos mientras aun salian lagrimas de sus inocentes ojos.

-Mas fuerte, quiero que sienta todo- sonrie con malicia hablandole al pelirrojos, ordenandole que fuera mas fuerte y brusco con la niña, qque se volviera un verdadero lobo sobre la pequeña caperucita, que llorara de placer y de miedo, que le odiara y le amara en el mismo momento, que el asesino no tuviera oportunida n de pensar sus actos y actuara por instinto durante ese lapso de locura.

La demona volvio a su sitio djandole el camino libre para que le obedeciera mientras su cola acariciaba la propia intimidad complaciendo sus ojos con cada actuar de ambos bajo su direccion. Haia penetrado en las fantasias mas profunda de la pequeña y las hacia realidad de una manera inesperada que ahora la damita se arrepentia siquiera de averlas imaginado.

Un leve escalofrio le hizo estremecerse al escuchar el tono tan "dulce" con el ke le hablaba a la pekeña, nisikiera volteo a mirarle no keria ke la niña se asustara aun mas con akellas miradas tan frias y sadicas ke solia hacer cuando se encontraba bastante irritado, cosa ke ahora no era para menos.

Y eske, como iba a kerer una infante ke su inosencia se le arrebatara de manera tan vil y salvaje como lo era en esa ocasion? -Mas fuerte, quiero que sienta todo- Fueron las nuevas ordenes de la dama. No podia creerlo es ke acaso akello no era ya mas ke suficiente? Malditos demonios lujuriosos, ahora se preguntaba si de casualidad akell no era una sucubu, pero en fin, akellos pensamientos no dudaron mucho.

Sus pupilas se dilataron mirandole con una expresion de sorpresa, debia estar bromeando, debia! en su interior rogaba porke asi fuera, mas nunca vio una sonrisa burlona y/o divertida en el rostro de su ama. Una vez mas, apreto la mirada y casi de manera automatica e inconsciente tomo a la pekeña por el trasero apretandolo de manera brusca, comenzando a moverse mas rapido y mas fuerte, justo como su ama le habia ordenado.

Mechones pelirojos se apegaban a su rostro debido al sudor ke causaba akella accion y sus mejillas ardian de un rojo vivo, jadeando sesantemente y comenzando a disfrutar de akello aunke por mero instinto. Con la posicion ke habia tomado le alzo la cintura a la jovencita de esa manera la penetracion seria mas profunda y las arremetidas serian mas cortas y duras.

Continuo de esa manera hasta ke no pudo mas, los musculos se le tensaron y un escalofrio bajo por su espalda, siendo secundado por un suspiro de satisfaccion ke salio de los labios del moreno, terminando dentro de la infante...

La niña se aferraba dfe la cama con todas sus fuerzas mientras sufria de aquellas embestidas que le hacian llorar, gritar y gemir, apenas habia comenzado el hombre con aquella potencia ella habia llegado a su primer extasis convulcionando su cuerpo de manera involuntaria para luego sentir como algo provenente del hombre se alojaba en su interior haciendose paso con potencia. Su cuerpo bañado de sudor y lagrimas, permanecia rendida sobre la cama, demaciado exausta para resistirse a cualquier cosa, entrando en una especie de ensoñamiento intentando no caer dormida, sus piernas le temblaban y su el latir de su corazon retumbaba en toda la habitacion.

-Parece que lo has disfrutado- acercandose a su esclavo, abrazandole por la espalda con suavidad mientras sonreia con malicia -Dime sinceramente, que te ha parecido este tierno agazajo?- sabia que aquella mascota le odiaria mas a cada segundo, sabia que era un ser testaduro y aquello le enloquecia de placer. Besaba su cuello, lamiendo su sudor mientras precionaba su cuerpo desnudo contra la formida espalda de su victima, mientras dejaba que la niña descansara tranquila, ya habia cumplido su papel en el juego.

El cuerpo de la demona era en apariencia mas fragil al del asesino, pero aun asi esta le apricionaba con sus brazos, en aquel abrazo, dandole solo una leve libertad de expresarse, habia decidido no beber mas de su alma...por ahora, solo por el echo de disfrutar oir sus quejas sin que pudiera resistirse igualmente. Ninguna de sus victimas anteriores habia poseido tal osadia y aquello le estaba facinando.

Ke si lo habia disfrutado? claro pero era simplemente por mera naturaleza, por mero instinto... Jadeaba tratando de recuperar el aliento normal. Sintiendo como la demona le abrazaba mas no le dio importancia.

Su mirada estaba oculta entre akellos rojizos mechones de cabello, ke se le adherian al rostro a causa del sudor. "Tierno"? si como no. -yo no soy asi- simplemente respondio con sinceridad como su "ama" le habia pedido anteriormente, estremeciendose levemente al sentir la lengua tibia de su acompañante en su cuello mas no se atrevia a verla a ella o a la niña. con suavidad (y como habia pensado anteriormente la demona) hizo por safarse de akel abrazo con el cual la oji rojos le aprisionaba, ya habia tenido suficiente "humillacion" por un dia, aunke no lo veia de esa manera, sino ke seguia sin poder asimilar el hecho de haberle hecho algo de esa indole a alguien ke no tenia nada ke ver en el asunto, y aun mas por tratarse de una menor de edad.

Acaso si hubiese sido una chica mayor no habria resentimientos? tambien los habria puesto a ke (aunke no pareciera) el si respetaba a las damas. Se formo un enorme silencio en la habitacion, claro haciendo de lado los jadeos de la niña y los pocos llorikeos ke daba, ahora hecha un ovillo en la cama sin poder asimilar lo ke acababa de pasar.

Cerro los ojos tratando de calmarse de buscar una manera de safarse pero sabia ke tal vez eso no seria posible, ahora era justamente lo ke habia tratado de evitar desde hacia años con el gremio de asesinos. "una marioneta" y su dueña la ke movia los hilos era la demona ke posaba su cuerpo contra el de el, envolviendole con su calor calor personal.

"Te encanta negarlo" .... Por supuesto que no... Se sentia de lo peor por lo que la demona habia ocasionado, pero claro, la culpa era de el por ser tan confiado, tan estupido y por bajar la guardia ante una bella y mortifera chica. Lo que mas le molesto fue la manera en la que dijo aquello, como si fuesen algo mas que amo y mascota. Respiraba en jadeos, tratando de recobrar la respiracion normal debido al "ejercisio" que acababa de ejercer.

Sentia el busto de la oji rojos apegarsele a la espalda, lejos de encontrarle agradable por ironico que pareciera lo que deseaba era separarse de ella, no sentirle cerca de su fisico.

¡Mierda! para el no habia sentimento peor que sentirse usado y en ese mismo instante era lo que sentia. Ser una patetica y maldita marioneta que la azabaches bien podia mover a su antojo como ya se habia visto hacia unos instantes, como desearia poder hacer algo en su contra, poder rebelarse, pero parecia imposible, seguro el control de la chica era demasiado.

Y aunque no quisiera, un suspiro de placer escapo de sus labios al sentir la mano femina sobre su hombria, moviendose. El rubor se negaba a abandonar sus facciones. con ojos entre abiertos le miraba siempre, jadeante. Cuando le beso el asesino comenzo a corresponderle involuntariamente, viendose atado por ese demonio que ahora ella poseia sobre su voluntad. Temblorosamente sus manos comenzaron a dirigirse a la cintura de la femina ¿Por que de esa manera? Porque aunque no lo pareciera el humano aun estaba luchando por no obedecerle, por detenerse.

-Mierda- Maldice entre un gemido, las caricias lograron lo suyo despertando el miembro del moreno una vez mas. Sus manos comenzaron a acariciarle la espalda, jugueteando con la curvatura de la espalda enmedio de esas alas demoniacas descendiendo de vez en vez hasta los gluteos para tomarlos y masajearlos.