Terion, la ciudad de acero [privado_svernt]

Sonidos de vapor escapando, y maquinaria funcionando, usualmente ruidosas, asi solian ser las tardes en la agitada ciudad de Terion, habiendo avanzado tecnológicamente a un ritmo mas rápido que otros lugares, la novedad eran precisamente los mecanismos a base de vapor, desde carruajes que no necesitaban tracción animal para moverse hasta grandes navios con grandes motores que los hacían navegar mas rápido que con velas.

En uno de los tantos caminos designados para esos vehículos con motor, un gran carruaje cargaba en la parte de atrás gran cantidad de vegetales y pastizal, proveniente de pueblos rurales, con el fin de comercializarlo dentro de la ciudad, y sobre el fresco cargamento, cubierto por una lona oscura, se encontraba recostada una peculiar silueta, vistiendo una manta larga que cubría todo excepto su cabeza, al parecer aquella persona dormía, hasta que al pasar por un puente una gota de agua le cayó de éste justo a la cara, haciéndola despertar.

Estiró los brazos a la vez que bostezaba, luego de tallar su único ojo izquierdo comento para si misma “ya llegamos?” hasta que el paso de un vehículo más ruidoso, y además ayudado por caballos terminó de ponerla en sus cinco sentidos, se reincorporó, tomo un pesado y largo envoltorio que yacía a su lado, lo cargo al hombro y salto del vehículo a la húmeda y transitada calle.

A pesar de su largo y cerrado atuendo, el rostro evidenciaba que se trataba de una fémina, de cabello largo y purpura, sujeto en la parte de atrás en una coleta, portaba también un parche negro que cubría su ojo derecho y una vendita blanca en su cachete izquierdo, tenía en la boca lo que parecía ser la astilla de un hueso, que pudo haber usado a manera de mondadientes.

Luego de analizar ligeramente aquel nuevo entorno, se llevo la diestra al mentón en señal de intriga, y con un tono un poco despreocupado dijo para si misma, “mm con que así es la famosa ciudad de Terion”.
Caminó un poco por aquellas calles, dándose cuenta que a pesar de su avance tecnológico, algunas personas seguían haciendo las cosas a la antigua, quizás porque no tenían los suficientes recursos para modernizarse o simplemente por ser mas conservadores, a los cinco minutos de pasear por aquellas calles un sonido peculiar, como un pequeño ronroneo la hizo detenerse.

Era su estomago, se tomó el abdomen con la diestra a la vez que decía “Es verdad, no he comido nada desde la vez que cazé aquella gacela < . < ”.

Atraída hacia los diversos negocios y puestos del área comercial de la ciudad, la chica buscaba alguno que vendiera comida, un peculiar olor venía de varios de esos pequeños locales, al parecer un platillo popular era la carne cocida sobre lo que ahí se conocía como una vaporera, además de otra tanta cocinada a la antigua.

Si bien en el lugar de origen de la forastera le habían enseñado a cazar, pescar, escalar, vamos pues, lo suficiente como para sobrevivir en un ambiente hostil y salvaje, en ese momento y lugar no era el más apropiado y práctico para llevarlo a cabo. Además, que mejor manera de empezar su visita a esta gran urbe que probando algo tradicional de ahí, en otras palabras, era meramente un capricho.

Asomaba la mirada por los diversos locales, viendo que tipo de comida había en cada uno, moviendo de un lado a otro la astilla ósea que llevaba en la boca, pensando y decidiendo donde caer como cliente. Mete la mano entre su gran capa y saca de un bolsillo en su interior algunas monedas, contando la cantidad rápidamente solo con la mirada, “mm aun me queda lo suficiente de mi última asignación” comenta para si misma antes de guardar nuevamente su capital y seguir observando.

Tan concentrada iba observando lo que ahí había que termino por toparse accidentalmente hombro con hombro con un joven de armadura esmeralda, provocando también que soltara el gran envoltorio que cargaba con su izquierda a través del hombro y hacia su espalda, haciendo un gran ruido al caer al suelo, y revelando que aquel misterioso envoltorio, además de ser metálico era bastante pesado. “perdona, venía distraída” se disculpa la chica con el extraño.

Se agacho a recoger aquel envoltorio, el cual, para sorpresa de algunos presentes que sabían que aquel era bastante pesado, la chica lo recogió y lo echo nuevamente a su espalda con aparente facilidad, como si fuera una liviana sábana. “si, no fue nada” responde a la pregunta del joven, retirando un momento la astilla ósea de su boca con la diestra, además de agregar un “te hice daño?” temiendo que podría haberlo golpeado con su cargamento cuando toparon hombro con hombro.

Aliviada suspiró, de que aquel pequeño accidente con el joven de armadura esmeralda fuera menor, y sobre todo, que no llamara la atención, acababa de llegar a la ciudad y lo que menos quería era que sus perseguidores la descubriesen.

Aquella propuesta del joven la agarro desprevenida, y comenzó a sonrojarse un poco, hasta ahora nadie del mundo exterior que ahora exploraba había sido tan atento como para hacerle una invitación como esa, “Oh, este. . no será molestia? Digo, acabamos de conocernos. . “ , pero ante la insistencia del muchacho la viajera no tuvo mas remedio que aceptar, y sin mas ambos reanudaron su caminar hacia algún lugar donde detenerse a comer algo, después de todo, un viaje hasta una ciudad tan inmensa como lo era Terion cansa a cualquiera y le abre el apetito.

Otra cosa que caracterizaba a la chica de cabello púrpura era que era muy desconfiada, en el sentido de no hacer ni decir máss allá de un cordial saludo o disculpa, a consecuencia de un turbio pasado que aun la asechaba. aun así, algo dentro de ella le decía que el muchacho era genuinamente una persona buena, y hasta cierto punto confiable, así que mientras comían en un agradable establecimiento con ambiente un tanto rural, la muchacha se presentó y platico un poco acerca de la razón de su viaje, omitiendo por su seguridad y la del joven los detalles mas importantes: “ Mi nombre es Miriya, Miriya Silverfang, y vengo de un clan muy muy al norte, y lo que estoy a punto de contarte te suplico que lo guardes en secreto, nuestro clan fue atacado hace poco tiempo por otra tribu invasora, aquel ataque fue de lo más cruel que te puedas imaginar, perdí a mis padres, a mis 6 hermanos y hermanas y a muchos amigos ahí, no me ha dado oportunidad de comprobarlo pero al parecer fui la única sobreviviente de ese ataque, sin embargo, ese no era el fin” al llegar a esa parte del relato le señala al joven su parche y algunas cicatrices que tenía en hombros y brazo “El líder de esa tribu mando a alguien a buscarme, y para mi desgracia me encontró, perdí mi ojo derecho al defenderme de aquel que habían enviado. a duras penas logre escapar, pero esto aun esta lejos de terminar” antes de concluir su relato termina el ultimo bocado de su comida “Se que dejé muchas interrogantes en este relato, pero créeme, por tu seguridad es mejor que no sepas mas de lo que te acabo de contar” ante esto, estaba claro que la chica no quería involucrar a alguien inocente en tan peligrosa cruzada, por eso mismo omitió nombres y su propia naturaleza lycan al momento de contar su historia, “Pasando a otro tema, la comida estuvo maravillosa, no había comido nada decente desde hace dos días, te lo agradezco de verdad,” le dice amablemente Miriya al joven de armadura esmeralda.

“Aure Fenrir ?, no recuerdo ese nombre” responde intrigada la chica ante la pregunta de Svernt, al parecer estaba confundiendo los hechos debido a unas circunstancias extrañamente muy similares, se disculpo ante el elfo por no reconocer a dicha persona y por ende no poder completar el acertijo de aquel turbio pasado.

El par estuvo un buen rato charlando en aquel restaurante que el tiempo paso volando y la noche poco a poco empezaba a caer, ninguno de los dos se imaginaba que al salir del lugar se toparían con un panorama que jamás en sus vidas habían visto, calles, parques y cielos iluminados por luces cálidas artificiales, conocidas como luminarias en ese lugar, postes, fachadas, parques, etcétera. Incluso los mismos vehículos, ya fueran tirados por caballos o con motor de vapor contaban con dichas orbes luminosas para alumbrar el camino por el que iban, aquel singular ambiente se completaba con gente que aún iba y venía por las diferentes calles, un cielo oscuro y nublado que dejaba caer una ligera llovizna y que acentuaba el espectáculo de luces y por uno que otro individuo que proveía una sencilla melodía musical de una caja misteriosa a cambio de unas monedas.

“Hermoso, no lo crees?” comenta la chica al elfo al pararse frente a lo que parecía ser la plaza principal de la ciudad, que aun a esas horas de la noche se encontraba tan concurrida como en el día, decidieron caminar por aquel parque un rato y ver con que otra singularidad se topaban y que no hubieran visto antes.

Ninguno de los dos se había percatado de que cerca de ellos, en uno de los tejados de las altas edificaciones un grupo de encapuchados los observaba, “Es ella, y esta acompañada de un sujeto con armadura, al parecer un guerrero” dice uno de los encapuchados, aquel con un artefacto llamado telescopio que usaba para amplificar y enfocar objetivos a distancia, que procede a guardar y a decirle al resto del grupo “hora de moverse, caballeros”.

Aquel singular dúo tuvo la buena suerte de toparse con una miniferia en la parte central de la gran plaza, y aprovechando el clima fresco y agradable que bañaba la ciudad esa noche decidieron distraerse un poco, olvidar sus penas y preocupaciones por lo menos en ese rato y vivir mas esos momentos de la frágil vida que poseían.

Pruebas de puntería, de memoria, incluso de azar, había tanta variedad y concurrencia en aquel alegre evento social que fácilmente te podías perder entre la siempre activa muchedumbre, el dúo llego ante una prueba que consistía golpear con un mazo un mecanismo de palanca que enviaría un martillo en línea recta hacia arriba hasta topar con una campanilla circular, Miriya, hallando sencilla la premisa quiso intentar, tomo el mazo y golpeó con todas sus fuerzas, el golpe fue tan fuerte que lanzo el martillo mas allá de su riel, golpeando y tirando la campanilla antes de seguir elevándose hasta perderse de la vista de los presentes en el oscuro cielo, Miriya, apenada, recarga el martillo sobre su hombro a la vez que dice con tono juguetón “gané, no es cierto?”

Al salir de aquella feria, el par tomó un sendero un poco solitario hacia la parte norte de la ciudad, con la intención de buscar alguna posada para pasar la noche, pero antes de poder llegar a alguna 6 seres encapuchados aparecen ante ellos, rodeándolos con sorprendente agilidad, uno de ellos, el líder al parecer, le lanza una advertencia a Svernt “buscamos a la chica, si valoras tu vida no te interpongas”. Miriya, al verse descubierta, con la mirada baja calmadamente ríe un poco, “sabía que tarde o temprano darían conmigo, pero no pensé que tan pronto” la chica levanta la mirada y la dirige hacia el líder encapuchado, quien se descubre el rostro, de un hombre de mediana edad y con múltiples tatuajes negros en la mitad del rostro. “espero y te hayas divertido en aquel bullicio humano, porque fue el último” al decir esto se pone en posición de combate, con un par de cuchillas, mientras que los otros 5 encapuchados restantes hacen lo mismo.

Miriya, decidida, se pone un paso delante del elfo, a la vez que le dice “ me dio gusto conocerte, Svernt de Gaudia, por ahora debes escapar de aquí, yo me encargaré de estos tipos” dicho esto, la chica toma el gran manto que traía puesto y lo lanza, revelando que por debajo de este portaba una armadura negra, con llamativos ornamentos color plata y una joya carmín en medio de la pechera, también desenvuelve el pesado y largo envoltorio que cargaba, revelando una gran y masiva espada. Con el emblema lunar en el mango, la vaina en forma de lobo y la hoja rectangular con un ángulo de 90 grados en la punta. Y lo que mas resaltó fue su platina y mullida cola, que la exponía como una Lycan. Ya con espada en mano, se pone en posición de guardia.

“Ahora si panteras, vengan a mi ¡¡”

Ante el ataque del elfo, aquel werepanther encapuchado y del cual únicamente se veía su boca en ese instante sonrío un poco y luego dijo en voz baja “idiota arrogante” antes de desaparecer instantes antes de que su ataque diera con él y aparecer justo atrás suyo, de no haber sido por que la Lycan se dio cuenta a tiempo lo auyentó con un sablazo diagonal para no darle tiempo de contraatacar contra Svernt y lo hizo reincorporarse con sus demás similares.

No cabía duda, aquellos seres encapuchados, identificados como werepanthers no debían ser subestimados, si mandaron pocos de ellos para cazar a la Lycan era porque estos eran unos de los mas capaces y letales del clan.

Por un lado Miriya estaba agradecida del gesto de Svernt de quedarse a ayudarla contra sus perseguidores, pero por otro lado estaba preocupada de que pudiese morir en una guerra que no era de él. “hehe, me alegra que te quedes Svernt, pero ten mucho cuidado, estos tipos son engañosos, solo no los pierdas de vista y trata de predecir sus movimientos” le advierte la Lycan a Svernt, ya que ella, al haberlos enfrentado anteriormente, sabia cuales eran sus habilidades, desafortunadamente aun no descubría alguna debilidad contra ellos, por lo que solo les quedaba atacar y defender hasta cansarlos o hacerlos retroceder.

“basta de palabras, ataquen¡¡” comanda el líder werepanther a sus subordinados, quienes sin perder tiempo se abalanzan contra la Lycan y el Elfo, comenzando así la contienda, y mientras el Elfo se enfrentaba a 3 de ellos, la Lycan, sin perder tiempo, se fue en contra del Líder, quien respondía al nombre de Tarkein, el responsable de la muerte de 2 de sus hermanos, Crescent y Kyren, mas cuando quizo atacarlo 2 de los súbditos le llegan por los lados, pudo derribar a uno con una patada, pero el otro la tacleo provocando que Tarkein tomara distancia, librándose por fin del que interrumpió su ataque, su blanco, Tarkein, apareció frente a ella, así que sin perder tiempo ambos por fin pudieron hacerse frente.

Mientras intercambiaban continuos golpes, y bajo la constante interrupción de los otros dos subordinados, Tarkein toma la palabra “Te pareces a ella” “De que hablas¡” responde Mirya, “A tu hermana Kyren, haha, siento que estoy volviendo a luchar contra ella”. enfurecida, la Lycan responde “CALLATE Y PELEA¡¡” a la vez que suelta un veloz sablazo, Lanzando una onda cortante que muy apenas evade el felino, y que termina por cortar en dos un árbol cercano.

“Pagarán por lo que le hicieron a mi gente, todos ustedes¡¡” les dirige severamente Miriya a sus perseguidores, mientras toma un instante para darse un suspiro, al término del cual reanudo su contienda con Tarkein.

Desafortunadamente un evento parecio inclinar un poco la balanza en su contra "Merrik me conto de tu pequeño secreto" "uuh?" ante esto, una veloz e inesperada patada golpea su muslo izquierdo, dejandola sorprendida, pero no vulnerable, ya que aprovechando en instante de confianza que su oponente mostró al golpearla en la pierna logró responder con un contundente golpe al abdomen con su espada, mandandolo varios metros hacia atras y haciendo que cayera sobre uno de sus súbditos, noqueandolos momentaneamente a ambos

"Al parecer no te dijo que había tomado medidas al respecto" les dirige con un tono confiado

La intensa pelea continuaba sobre el lugar, por un lado Miriya había conseguido noquear momentáneamente a dos de los tres oponentes con los que peleaba, Svernt por su lado se defendía bastante bien, eso tranquilizaba un poco a la Lycan, ya que podía concentrarse mejor en los demás perseguidores, regresó la vista a uno de ellos, el cual después de tallar la comisura de su boca con su puño cerrado le sonrío levemente, “esto aun no termina” le dirige antes de retirarse la capa y capucha, con el objetivo de tener una mejor movilidad, sus ropas no eran nada excéntrico, pantalón oscuro, descalzo, chaleco abierto sin mangas y bandas en las muñecas, saco sus afiladas garras y se lanzó nuevamente al ataque.

Para estar a la altura de las circunstancias ella también decidió aligerarse un poco, asi que envaino nuevamente su espada y la colocó recargada en un árbol cercano, no temía que se la pudieran llevar, era lo suficientemente pesada para que incluso un werepanther se molestara en intentarlo.
Inicio una vez mas el intercambio de golpes, aunque su oponente tenia garras, los guantes que Mirirya portaba le protegían un poco cuando los bloqueaba, aun así uno que otro rasguño penetró los resistentes guantes, mas no la dejó en una posición comprometedora.

Apenas acababa de agarrarle la onda al ritmo de su oponente cuando aquel golpe que había recibido anteriormente comenzó a meterla en problemas, poco a poco una mancha roja oscura aparecía en el lado izquierdo de su pantalón a la altura del muslo, “demonios, porque ahora?¡” pensó la Lycan, y antes de que pudiera caer en desventaja decidió terminar la lucha. De una patada logró alejar un poco al werepanther, aunque este la había bloqueado le dio tiempo a Miriya de atacar con una de sus técnicas, “ Garou Slash ¡¡ “ exclama al soltar dos zarpazos cruzados, que formaban varias lunas crecientes de energía, obligando al werepanther nuevamente a poner guardia. Tras recibir el ataque, y unas cuantas heridas por este se abre un momento para tratar de contraatacar, pero la lycan esperaba ese momento para dar el golpe definitivo, lanzándose como meteoro envuelta en un aura púrpura “Silver Strike¡¡” exclama instantes antes de que su ataque conecte, mandando a su inconsciente oponente varios metros lejos de ahí.

Respiraba agitada, pero poco a poco recuperando el aliento, “ahí va el tercero” comenta para si misma antes de voltear a ver la situación de su acompañante y ver si necesitaba ayuda.

Tomando su pierna izquierda en señal de dolor, le sonria ligeramente a la vez que trata de reincorporarse normalmente "Eres bueno Svernt, mas de lo que creia" le dirige antes de caminar hacia el árbol donde recargo su espada "te lo agradesco de verdad" se agacho con un poco de trabajo a recoger su arma, sin embargo diviso una sombra en el suelo que se cercaba a ellos, extrañada levanta la mirada para ver de quien se trataba. Su mirada cambio de repente, y paso de estar aliviada a estar completamente sorprendida al ver de quien se trataba.

Un hombre alto, corpulento y musculoso, el marcado torso descubierto, placas metalicas con picos cubrian sus cintura y piernas, unos claros y holgados pantalones y unas hombreras con picos, melena larga y roja a la cabeza que se unia con su barbilla, y una tiara dorada a la frente, ademas de un llamativo dije alrededor de su cuello y que descansaba frente a su pecho, con el simbolo del sol.

K-K-Karozo? musita asustada la Lycan, al ser una viajera y fugitiva perseguida constantemente desarrollo un caracter serio y temerario, pero aparentemente solo a una cosa le temía, mas bien una persona.
Pálida y paralizada del temor termina por soltar su sable que acababa de recoger, la pura prescencia de aquel hombre era suficiente para infirngir un profundo miedo y trauma en la mente de la Lycan, haciendola recordar aquel fatidico dia en que casi muere al enfrentarse al sujeto, tocandose momentaneamente el parche que cubría aquel ojo que perdió en aquella lucha agarra valor para preguntar "q-que haces aqui?".

En respuesta, aquel hombre observa a sus alrederores, viendo a los inconcientes werepanthers, regresa a verla a ella a la vez que le responde en un tono serio "Es bueno ver que aun me recuerdas, elegida"

Las palabras de Intercesión del Elfo la sacaron de su trance, volviéndola a la situación, su corazón palpitaba mas fuerte, nunca pensó que tendría que enfrentarse al guardián de la reliquia del sol tan pronto, "¿jum, y quien es este novato con armadura verde?" Responde el León ante el reclamo de Svernt, viéndolo de reojo ya que nunca en su vida había conocido a un elfo en persona, mucho menos uno del calibre del castaño.

“Déjalo Karozo, no tiene nada que ver” responde la Lycan a la vez que da un paso para estar a su distancia, viendo al recién llegado con una mirada determinada, es verdad, por dentro se sentía atemorizada, pero hacia un gran esfuerzo por superarlo, no quería que su nuevo amigo terminara igual que ella por desfiar a tan formidable oponente.

“Deberias hacerle caso a lo que dice, ha vivido en carne propia el poder de mi garra” añade con la intención de provocar al castaño, la Lycan se dio cuenta de su plan e hizo retroceder un poco al elfo con la mano, para repentinamente tomar su sable del suelo y tratar de dar un buen golpe al León, sabia que no le ganaría con eso, pero al menos ganaría un poco de tiempo para poder escapar de ahí.

Lamentablemente la acción de la Lycan desencadenó la saña del guardian, propinando veloz y simultáneamente un golpe al abdomen tanto de Miriya como de Svernt, usando perfecta y coordinadamente ambos brazos, esto terminó por mandarlos a ambos varios metros lejos, haciendo que el Elfo colisionara violentamente de espaldas contra un muro y Miriya contra un árbol, partiéndolo. Y antes de que pudieran reincorporarse Karozo velozmente conecta un rodillazo al pecho del elfo, para después tomarlo del cuello, arrastrarlo por el resto del muro y terminar por lanzarlo lejos “En un momento regreso contigo, novato” la Lycan estira el brazo hacia donde svernt cayó, impotente de ayudarlo estando ella en el suelo por el golpe, el León reaparece frente a ella, tomandola por el cuello y elevándola a la altura de su mirada “Todo esto puede terminar ahora, solo tienes que abrazar la oscuridad” en ese momento la deja caer “ASI COMO YO ABRAZE LA LUZ ¡¡” exclama cuando da un golpe directo a su pecho, agrietando la joya carmesí que adornaba la pechera de su armadura y lanzándola a una vieja iglesia abandonada, rompiendo espectacularmente uno de los vitrales, y callendo en las viejas y empolvadas bancas que ahí había.

Luego de observar el lugar donde había caído Miriya voltea hacia donde había dado a parar el Elfo y comienza a caminar hacia él.

Svernt solia ser bastante calmado, no obstante aquello sinceramente ya era demasiado, mas de lo que puede tolerar. Apretando el mango de su espada es como decide dar un paso adelante, no obstante la lycan fue mucho mas rapida que el. No le importaba lo que el felino pensase de su persona, lo que, para el elfo importaba, era la seguridad de su acompañante y nada mas. Sabia que quiza Karozo atacaria a Miriya no obstante no penso en la posibilidad de un ataque simultaneo.

¡Hacia mucho tiempo que no sentia un golpe tan tremendo! Inclusive le hizo escupir algo de sangre y no se diga tambien de la falta de aire que genero el golpe de karozo, y finalmente, fue cuando sintio el recio golpe del muro. Apenas pretendia levantarse cuando sintio el otro impacto, tan grande fue que inclusive la armadura termino por agrietarse enormemente, aunque detestaba admitirlo haberla conservado como recuerdo de toda la problematica causada por Frederick Riot, habia sido buena idea. En ningun momento, el elfo solto su arma, y con la mano libre tomo por el antebrazo al felino, como si pretendiese romperselo, pero los brazos de aquel guerrero eran bastante gruesos y resistentes como para pensar en lograr aquella accion.-Akkk...- Demasiado daño, en tan poco tiempo, realmente, hacia mucho que no sentia algo como eso...

Su cuerpo rodo por el piso unos cuantos metros mas, cuando finalmente el leon le dio un respiro, Svernt se puso en cuatro tosiendo fuertemente por los golpes generados y jadeante, es como a duras penas, logra incorporarse. -M-Miriya...- Escucho el estruendo, su oido elfico lo hizo posible, y para su desgracia, escucho algo mas... Los pasos del otro acercandose** Alzo la vista, no por algo como aquello iba a darse por vencido, se necesitaria mucho mas que eso para dar su brazo a torcer, mas cuando uno de sus conocidos (aunque tengan poco de conocerse realmente) este en peligro... No dudo ni lo penso dos veces, antes de lanzarse contra aquel feroz rival -¡Rompimiento magno!- Empuño la espada con ambas manos, dirigiendose en carga hacia el otro...

Aunque en el fondo sabia, que seguramente, de no ser por la armadura, ahora estaria muerto...

**OFF= Karozo es un Felino, un leon, obviamente al caminar no haria ruido, aunque seguro por el peso es bastante problable xD aca solamente tu puedes decirme si estoy bien en eso o no.

El gran León caminaba lentamente hacia donde el elfo había caído, para su sorpresa se reincorporó de alguna manera a pesar de los golpes que había recibido, le lanzó una última advertencia para tratar de disuadirlo, con un tono un tanto enérgico “Solo te lo diré una vez más, no interfieras¡¡” , como respuesta el castaño se abalanzo hacia el, con un ataque directo con su espada, a la cual el León no reaccionó hasta el último instante, deteniéndolo usando su propia arma, una espada larga dividida en 3 secciones, una hoja principal, una hoja secundaria y el mango. “Sorprendido?” le dirige el guardián, mientras mantenían una guerra de metales, aplicando fuerza ambos para someter al otro. Por su tamaño Svernt no iba a durar mucho en aquel choque de metales, pero antes de que el León pudiera acabar con eso una veloz sombra llega detrás de él, tirando un sablazo diagonal dirigido a su cuello.

“Pero que demo . . ¡??” Exclama la autora de dicho ataque sorpresa, al ver que la hoja de su sable había sido detenida únicamente con el índice y pulgar de su adversario, apretó los dientes y una expresión de frustración se dejo ver en su ensangrentado rostro, al ver su ataque frustrado por segunda vez. Esto solo consiguió irritar mas al guardián, quien la toma por la cintura con su amplia garra que se encontraba libre y comenzó a apretar con fuerza, “Maldición, porque no lo vi venir ¡”piensa para si misma mientras trataba de zafarse, sin éxito.

Esto molesto aún mas al Castaño, que aun se encontraba luchando contra la tremenda fuerza que su oponente aplicaba a su espada, “Esto empieza a aburrirme” comenta Karozo con un tono de enojo, antes de estrellar a la Lycan rápida y bruscamente con el Elfo, derribándolos en el suelo, se aleja caminando un poco del par, para después voltear rápidamente y extender su diestra hacia ellos, disparando una aparente esfera de energía que explota muy cerca del par, enviándolos volando hacia una vieja mansión, entrando quebrando bruscamente una de las ventanas, callendo por las escaleras y llendo a dar a los pies de estas, en una vieja y rasgada alfombra roja.

Ambos en el suelo, incapaces de moverse por las contusiones y cubiertos parcialmente de la sangre de sus heridas, Miriya toma la palabra, “Lo. . . lamen . to. . Svernt” le dirije la pelipurpura al castaño, junto con una leve mueca de disculpa y resignación, antes de quedar inconsciente.

Pasos firmes y lentos comenzaron a escucharse, cada vez mas cerca a travez de la ornamentada puerta de madera de aquella abandonada mansión, al fin el autor de dicho caminar ingresa a la vivienda, tirando la puerta de una patada, se vio ligeramente sorprendido de que el castaño siguiera de pie y dispuesto a seguir luchando. Pensando en que tal vez el elfo pudiera convertirse en el ansiado guardian de la reliquia de la luna, trató de convencerlo “Eres demasiado obstinado, lo sabias?," (clava su arma en el suelo al lado suyo) “Tu podrías ser el orgulloso portador y guardian de la reliquia de la luna” le dirigió en un tono mas serio, “Tienes la fuerza, y la determinación” mientras hablaba divisa a la Lycan detrás de el, inconciente y abatida. “Mm, probablemente los Lycans no estaban destinados a obtenerla,por eso desaparecieron, no fueron lo suficientemente fuertes”.

Unos leves quejidos salieron de la lycan, como si estuviera soñando algo, extiende la mano hacia el frente suyo, aunque permanecia en el suelo aun sin conciencia, musitando el nombre de una persona “L . .L. . Lucius, ugh “ El León no le prestó importancia, y continuo a tratar de convencer al Elfo de que dejara de luchar. “No tienes porque seguir peleando, es imposible que me ganes, además mira a tu amiga, morirá en poco tiempo, ya no hay razón para protegerla.” Ante esto lo único que recibió por respuesta fue al Elfo lanzándose a la batalla una vez más, su expresión cambia a una de enojo “Bien, si así lo quieres, te mandaré con ella¡” le dice a la vez que toma nuevamente su arma.

Mientras ellos se disponían a luchar nuevamente, no se percataron de que, la ventana por la cual ingresaron, penetraba la luz de la luna, iluminando a la inconciente y abatida Lycan, y haciendo que poco a poco un aura azul comenzara a latir dentro de ella.

Era cuestión de tiempo para que el arma del castaño terminara por romperse, tanta fuerza e impactos la había desgastado en demasía, pero esto no significaba que el arma del león no fuera especial, simplemente tenia menos uso, y aunque se rompiera igual que la del elfo su portador no dependía de ella para pelear.

Ante la resignación de morir luchando Karozo sintió algo que no sentía en mucho tiempo, Lástima, pero esto no impidió que le propinara un buen puñetazo directo a la cara, que lo mandó volando a estrellarse contra una pila de muebles viejos que había en la mansión. Se lo había advertido, mas no hizo caso, así que solo quedaba castigarlo y reprimir lo idealista que era, camina hacia la pila de madera que quedo tras el impacto, tomo al elfo del peto, o de lo que quedaba de el, y lo elevó a la altura de su mirada, “El honor no funciona en este mundo novato, solo la ley de la supervivencia del mas fuerte, siempre ha sido asi” lo lanza en esta ocasión contra una estatua a lo profundo, se acerca a el y lo vuelve a tomar y levantar “Crees que yo los cazé?, ellos mismos han estado en guerra desde hace siglos ¡¡” tras decirle una vez mas lo lanza nuevamente, esta vez hacia lo que parecía ser el amplio comedor de la mansión, llendo a parar a los pies de la mesa principal.

Con pasos tranquilos y firmes Karozo entra al comedor siguiendo al castaño, al verlo tendido ante los pies de la gran mesa se inclina de rodillas, para estar un poco a su altura “Como me da lástima tener que hacer esto novato, pero no me dejas opción, solo asi comprenderás como funciona el mundo” y patea al elfo hacia el fondo de la habitación, derribando cuanta silla se topó en su camino y llendo a parar en la vieja chimenea, aún consiente pero incapaz de moverse ve como el león a lo lejos preparaba otro ataque de energía, que le lanzaría con su diestra.

“Hasta nunca” le dirige Karozo al castaño, mientras apunta su brazo hacia el para disparar aquel ataque de energía. Pero irónicamente el León es derribado de manera sorpresiva por otro ataque de energía, cayendo pesadamente al suelo tras el impacto, al reincorporarse busca furioso al autor de dicho ataque, se queda sorprendido al ver a la lycan de pie, aunque con respiración agitada y un aparente brazo lastimado, tampoco traia el parche y su cabello se encontraba suelto completamente, lo que mas llamó su atención fue el aura azul que emanaba de ella, “Seguias viva ¡¡” exclama, “ggh, t. . tocas a Svernt nuevamente y lo lamentarás”. Replica.

Al reincorporarse, Karozo vuelve su atencion y energias nuevamente a la Lycan, corriendo velozmente hacia ella pretendiendo acabar con eso de una vez por todas.

“ G. . G. . Gyaaaaaaa ¡¡” Apretando los dientes y los nudillos la Lycan Libera aquella aura que emanaba en una columna de Luz, que cegó momentáneamente al León y al Elfo, al disiparse muestra una inesperada sorpresa, la pelipurpura no estaba, en su lugar un fiero y majestuoso lobo bípedo de pelaje plateado y púrpura aullaba en la escena, dejando sorprendidos a Svernt y a Karozo.

Llamativo pelaje color plata, a excepción del area que rodeaba el cuello y parte de la cola, su complexión y musculatura también aumentaron, pero no de forma exagerada, sus garras ahora tenían un llamativo color escarlata y había ganado un aumento mas en velocidad y agilidad, Lo que mas llamó la atención de ese estado de la Lycan era que ahora poseía ambos ojos, a diferencia de su contraparte humana, los cuales brillaban en un limpio tono celeste.

Comenzó a rodear al León en sus cuatro extremidades, preparándose para atacarlo, ante esto, Karozo no la pierde de vista y se mantenía viéndola a los ojos, preparándose para contrarrestar el ataque que inevitablemente recibiría, mas no se veía preocupado, el haberse transformado no garantizaba que fuese a superarlo, simplemente ahora estaba luchando con un igual.

El León recoge su arma, e inesperadamente golpea duramente el suelo con ella, provocando que las 2 hojas que tenia comenzaran a agrietarse y caerse en pedazos, revelando que debajo de estas había placas nuevas y mas delgadas, y por ende mas filosas, “haha, a problemas grandes, soluciones grandes” comenta para si mismo, pues aquellas nuevas hojas de su arma al parecer estaban hechas de plata, la debilidad de cualquier lycan, aun estando transformados.

Una vez que Miriya tuvo al León justo al frente de la pared finalmente lo atacó, embistiéndole y cayendo ambos a travez de esta, a como pudo Svernt se dirigió poco a poco a la fragmentada ventana, y fue testigo de la lucha entre ambas fieras, por un lado Karozo poseía unos golpes tremendos, mas no tenía tanta agilidad y velocidad, por el otro lado Miriya, aunque su fuerza en general haya aumentado, no igualaba a la del león, pero lo compensaba con su increíble velocidad, ahora si pareciera una pelea justa , uno contra uno, ambos como bestias, sin embargo el león claramente poseía algo que podría llegar a dañar severamente a la Lycan si la llegase a golpear con ella, la Plata.