¡Ayúdeme, señor Marte! Rossy se pierde! -Marte, libre-

-Ah...-

Las copas de los arboles se alzaban, altas y formidables. Se sentía pequeña, muy pequeña. Y asustada.

-Aah...-

¿Este era el camino? Creía haber visto ese árbol hace un momento. ¿Caminando en círculos? No podía ser tan tonta...

-Aaah...-

Oyó pasos. Empezó a correr tan rápido como pudo, hasta que se tropezó con una raiz. Los pájaros echaron a volar, armando un gran alboroto con el golpeteo de sus alas.

-¡Alguien ayúdeme, por favor!- Gritó con todas sus fuerzas, mientras empezaba a llorar de miedo. Pero estaba perdida en medio de un laberinto natural...

Acercándose a la pequeña, Sho la sujeta del cuello de su ropa desde atrás, levantándola con cero delicadeza y haciéndola ponerse de pie. Antes de que Rossy pudiera hacer escándalo o llorar aún más, la calidez de la mano del muchacho sobre su cabeza la tranquiliza un poco.

No tenías qué correr ¿sabes...? Cuando se está perdido en un lugar así y escuchas pasos, te acercas a ver si puedes recibir ayuda en vez de salir huyendo...

No se entendía bien si era un consejo o un regaño, menos con esa cara inexpresiva que el joven siempre tiene. Mirando a sus alrededores sin dejar de tranquilizar a la niña acariciándole la cabeza, le hace una pregunta. No es muy común encontrar a un niño pequeño en un bosque de este tipo.

¿De dónde es que vienes...? ¿Buscas algún lugar, o venías con alguien y te perdiste...?

La pequeña se quedó mirando al joven, sollozando de miedo. Había algo en el que no le inspiraba confianza, pero estaba perdida en medio de un bosque, ¿Qué podía hacer?

-Yo... yo... I-iba a casa de un amigo.. y... y... *Sob* me dijeron que este era un atajo... pero *Sob* me... me perdí...- Gruesas lágrimas seguían corriendo de los ojos de la niña. Le daba mucha vergüenza pensar que había sido engañada.

-¿U...usted quien es?- Dijo, en medio de otro sollozo. Dió un paso para atrás, abrazándose a si misma.- No me hará nada malo, ¿Verdad?-

*A un tiro de piedra vio Rossy en compañía de alguien mas, un completo desconocido, y se acerca a paso rápido*

-Rossy-

*Su voz se escucha a un par de metros, no es un grito ni mucho menos, solo la llama*

Sé que mi rostro no es muy agradable, pero descuida, no te haré nada malo...

Sho sabía bastante bien que su cara no daba nada de confianza. Pero parecía no importarle mucho. La costumbre. No mira inmediatamente al individuo que sabe que se acerca, sino que dirige sus tétricos ojos hacia la asustada pequeña. Al escuchar la voz del individuo, intuye que llama a la niña.

Ya no tienes por qué llorar... *mira al individuo* Si no me equivoco, viene por tí...

La pequeña miró adonde el desgarbado sujeto le señalaba. Sus ojos grandes y cafés se llenaron de alegría y consuelo al ver a Marte.

-¡Señor Marte!- Gritó emocionada, cada vez más... ¿Lejos?

-¡¡Señor Marte!!- La pequeña ahora gritaba angustiada. Por alguna razón, el camino por el que corría se torció, llevándola inevitablemente a otro páramo del extraño bosque. Trató de volver sus pasos para encontrarse con el vago que la había socorrido... Y acabó encontrándose con una muralla tupida de árboles.

-¿Q-qué es este lugar?- Se preguntó asustada, sentándose en el suelo y mirando desconcertada la muralla que ahora tenía enfrente.

"Caminaba y volvía al mismo lugar... caminé hacia el señor Marte y no pude llegar a el... traté de regresar y estoy en un lugar diferente... Este bosque... debe estar encantado, como si fuera un laberinto... "

*De la nada, la sangre se le va a los pies, por razón desconocida, Marte cae al suelo, y su vista comienza a nublarse*

-¿Q-qué está pasando?-

Observando a sus alrededores, Sho se pregunta el por qué de este evento tan peculiar: al aparecer Marte, todo se distorsionó. No era el lugar por donde había venido, y la niña ya no estaba. El individuo tampoco se divisaba por ninguna parte. Se encontraba en una especie de túnel, formado por enormes árboles que entrelazan las ramas de sus copas, bloqueando todo rastro de la luz del Sol. Sin embargo, el muchacho no se encuentra sorprendido.

Hace mucho tiempo que no me tocaba ver algo tan peculiar... *busca algo entre sus ropas* O es causa del sujeto que buscaba a la niña, o el bosque tiene algo muy raro... Sin embargo...

De una funda en su cinturón, Shinjo saca una especie de bastón. Luce como la empuñadura de una espada. Éste extraño báculo posee una gema, la cual empieza a brillar intensamente para luego incendiarse en flamas azuladas. Al apagarse la llamarada, una pequeña punta filosa aparece en un extremo del artefacto.

Esto me comprobará mis sospechas...

Sho apunta hacia el frente con el artefacto. La pequeña navaja en la punta sale disparada en línea recta como si fuese una bala, y pegada a ella va una cadena que brota del interior del báculo. Resplandeciendo en cada eslabón, la cadena sigue su curso sin detenerse, como si su extensión fuese ilimitada. Tras unos instantes, la filosa punta de la cadena cae desde lo alto de los árboles, siguiendo una trayectoria en línea recta hacia el muchacho. Shinjo se queda inmóvil, atrapando la navaja en el último minuto, deteniendo el curso del proyectil.

...Como lo pensé... Hay una distorsión bastante fuerte por aquí, alguien o algo está jugando con el bosque... Eso o está vivo, quién sabe...

El joven se dispone a mover el báculo para replegar la cadena, pero un pequeño tirón en ella le hace detenerse. ¿Será que en su curso, la cadena encontró a alguien más? ¿Sería Marte? ¿Sería la pequeña Rossy? ¿Sería alguien más? ¿O le tocó mala suerte a alguien y lo atravesó?

La niña estaba sentada en el suelo, con los ojos muy abiertos y el rostro pálido de miedo. Si no se hubiera tropezado con esa piedra, una extraña cadena con navajas afiladas le hubiera atravezado la cabeza.

-A-aahh...¡¡Waaaaah!!-

Presa del pánico, comenzó a correr sin mirar su rumbo, y tropezó de nuevo con una raiz. Una sensación de ardor le recorrió su brazito derecho, y al fijarse vió que se había cortado con otro segmento de esa extraña cadena, que atravezaba de lado a lado otro páramo de ese extraño bosque. De nuevo, si no hubiera tropezado, estaría gravemente herida o muerta. Pero no había tenido tanta suerte como para salir del todo ilesa; la herida de su brazo sangraba lentamente.

-¡¡Alguien ayúdeme por favooor!!- Gritó desesperada, con todas sus fuerzas, y tapándose la herida con su manita.

Pasó por debajo de la cadena y siguió corriendo sin rumbo, hasta que de pronto chocó contra alguien, y cayó al suelo de sentón.

*Sintió que algo lo golpeó, voletó y alcanzó dentro de su delirio a ver a Rossy, en seguido la jaló hacia el*

-Rossy, ¿estás bien?-

*Estaba mareado, y algo confundido*

Usando la cadena como guía para avanzar, eventualmente encuentra a Rossy, herida de un brazo, y Marte, atarantado para variar.

Ah, entonces te alcanzó la cadena... Disculpa... Rossy te llamabas verdad...?

Si era una disculpa, no era muy convincente. Y menos confianza inspiraba al replegar la cadena violentamente, tirando uno que otro tronco y cortando algunas ramas y rocas con los eslabones.

Este bosque algo tiene... Había pasado por aquí hace unos días, y lo único de "Laberinto" que le hacía honor a su nombre era la desorientación por falta de luz tanta vegetación, no cambios drásticos de escenografía...

El bosque empieza a "moverse" una vez más, pero un pequeño temblor (producto de las habilidades mágicas de Sho) previene que la distorsión alcance al peculiar trío, evitando así que se separasen. Sin embargo, el lugarcito se las hizo de nuevo y los dejó perdidos una vez más.

Y dale con el bosque loco...

Dirigiendo su vista al mareado individuo, Sho cuestiona a Marte sobre lo que ocurre.

Estás bastante maltrecho como para echarte la culpa de lo que pasa en el bosque, así que me gustaría más saber qué te pasó... Que tengas un mareo así no es normal...

Las palabras salen de la boca del muchacho mientras que una cálida luz cierra la leve herida de Rossy cuando el joven pone su mano en la cabeza de la niña. Un conjuro curativo básico que aprovecha los minerales de la tierra es suficiente para dejar en perfecto estado a la infante. Si ese hechizo se pudiera usar cuando se está peleando... Oh bueno. Mirando a sus alrededores, Shinjo deja escapar más palabras perturbadoras de su boca.

Tenemos de tres sopas... Una, intentar salir del bosque por las buenas, lo cual nos puede tomar una eternidad... Dos, buscar qué causa las distorsiones y solucionarlo... Y tres, tirar el bosque entero y evitarnos problemas...

¿...Es que este individuo nunca puede decir algo normal y/o amable?

La pequeña miró asustada al joven, cubriéndose detrás de Marte. A pesar de sus disculpas, no se sentía muy segura cerca de el. Escuchó las ramas a su alrededor, sacudiéndose como perros salvajes, y un escalofrío corrió por su cuerpo pequeño e infantil. Escuchó las alternativas del extraño, pero estaba tan asustada que no sabía cual era la mejor; solo quería salir de ese bosque embrujado lo más pronto posible.

-Señor Marte... - Dijo, mirando al Alquimista- Saldremos de aquí pronto, ¿verdad?-

Y sus ojitos cafés y redondos miraron al extraño, tratando de confiar en el. Pero al mirarlo a los ojos, algo le impidió tener valor. Se aferró fuertemente a las ropas de Marte, y miró al suelo.