Intentar desaparecer una vez mas... (libre)

Spoiler:

Le dolia su cuerpo, otra vez habia sido golpeada por los guardias hasta casi la muerte, como siempre las apuestas de cuanto tardaria de sanar de nuevo no se habian echo esperar. Encadenada y desnuda sin nada que le cubriese de la humedad del hueco humedo en el que se encontraba, algunos le llamaban "celda" otros mas poeticos era el "purgatorio". Le habian colocado una corona sobre la cabeza y la habian sujetado con fuertes sogas para que no se le callera, asi se burlaban de ella, "la reina de los condenados". Su piel blanca relucia en la devil luz, pero no sabia si era de dia o de noche ya, pero tampoco le importaba demaciado aquello ya...

Tenia toda la apariencia de un cadaver tirado en el suelo, pues no queria moverse, todo dolia demaciado y la curacion tampoco era algo bueno, dolia demaciado sentir como los huesos se acomodaban y se unian nuevamente. Necesitaba sangre, necesitaba beber sangre, era lo unico que calamaba un poco aunque sea el dolor, pero la unica que habia era la que salia de sus heridas mas profundas, ni siquiera aunque lod eseara tenia la fuerza suficiente para cazar alguna de las regordetas ratas.

Que habia echo para tener que sufrir aquello? como habia logrado salir de sus pesadillas para solo entrar de cabeza al infierno?

En ese calabozo yacía sufriendo de dolor un ser bastante peculiar, un cascarón vacío que era poseído por las almas que le utilizaban a su gusto. Era bastante raro ese ser que quería sangre, pero era aún mas raro uno que curioso ingresaba sin ser percibido por nadie en aquel lugar.

Un nervus vita, el último de su raza era el que ingresaba. Invisible, intangile, inaudible aquel ser traspasaba paredes y barrotes, hasta quedar al lado de Kaila Stone. Su cuerpo hecho de pura energía se estaba sincronizando con las energías internas de aquel extraño ser, hasta lograr una sincronía perfecta, una empatía pura como nunca pudo haber existido. Por unos segundos el dolor fue compartido, así como el no poder entender la razón de estar en aquel calabozo. Sentirse impotente al no poder cazar las ratas, sentirse atado y ridiculizado. Los sentimientos eran compartidos, hasta que la empatía desapareció al volver a su frecuencia propia.

Curioso por ese ser tan extraño y por su sentir, ese nervus vita entró en un cadáver cercano. Era de repente como si algun alma hubiera poseido ese muerto, y el cadáver se levantó por su cuenta para acercarse a Kaila, e incarse a su lado. Sin sangre en su interior era inutil por completo intentar beberla. El cuerpo que ahora manejaba el nervus vita, era el de un joven humano que había muerto poco tiempo atrás, el de un joven de cabellos plateados y azules ojos. De facciones delicadas parecidas a las de una mujer y de un tono de piel moreno, aquel joven tenía nombre, Quoi.

-Estás bien?-

Le movía su curiosidad, y aquella pregunta fue la primera de muchas que llegaron a su mente. Ese ser era extraño, y lo había percibido desde que estuvo en ciudad Krista. Empatía, Percepción y Vida fueron las tres habilidades usadas por quien ahora manipulaba el cuerpo de Quoi, ese cuerpo que ahora se veía vivo...