Lo que el viento se llevo... a las ruinas? (Priv. Theresus)

Una noche despejada de por si, con aquella media luna en el cielo iluminando parte de su andar, aunque con su mirada descubierta el caminar en la noche mas oscura no era problema alguno para el hombre. Ruinas... y mas ruinas, era lo unico que veia, vestido con prendas comodas y holgadas, mientras que una rafaga de viento levantó tierra mientras ondeaba su vestimenta.

Se sacudió un poco, simplemente para estar arreglado, pues, era alguien muy delicado con los detalles, ¿que mas se podia pedir de alguien de la nobleza? Mucho no podia hacer en el lugar, pues, nada interesante ocurriria en un lugar tan destruido y solitario...pero en fin, el despejar su mente al menos le distraia un poco, por lo que simplemente se quedó alli caminando, mirando paredes caidas y demas... muy tetrico, pero no desagradable.

La vampireza gustaba de descansar en lugares oscuros y desiertos después de cazar. Le daba tranquilidad el silencio que la rodeaba y sin embargo siempre parecía toparse con alguien en aquellos momentos de tranquilidad. La brisa y el viento cargaban con ellos cosas sumamente interesantes. Entre ellas un aroma que conocía bien de aquél día de su despertar.

Su cabellera nuevamente al aire, negra como la misma noche. La vampireza no se movía. Una estatua con vida propia. El mismo mármol de Miguel Angelo podría haberse visto con más vida que aquella joven vestida elegantemente con telas de seda roja, ondeandose igualmente por el viento. Su mirada era serena y tranquila, mas ahora tenía los ojos cerrados, disfrutando del aire nocturno.

- Ha pasado el tiempo- murmuró cuando creyó que el chico pocdría escucharla