Prueba y Error ( Libre )

un hermoso y dorado atardecer estaba por terminar. en aquella congelada cascada, que reflejaba casi a la perfección sus alrededores se escuchaban colisiones de metal, a los pies de esta dos personas se encontraban luchando.

Sus reflejos se podían apreciar en el agua congelada que rodeaba aquel lugar, uno de los combatientes, de ropas casuales verdes y cafes era un muchacho castaño y de pelo largo, sujeto en la parte de atras en una coleta improvisada y una vendita en su mejilla izquierda, con un par de dagas largas trataba de asestar un golpe en su oponente, un caballero con armadura completa, color negro y ornamentos dorados, una bufanda roja y desgastada y un yelmo que dejaba ver unicamente una oscura cabellera que sobresalia por debajo de este, con aparente facilidad repelia los ataques del muchacho, usando una larga y pesada espada dentada, "Con mas fuerza¡¡ no te distraigas¡¡" le exclamaba la misteriosa figura al muchacho, el cual respondio con ataques mas veloces, pero sin medirlos, "Si peleas con tus impulsos no podrás ni tocarme" dice de manera confiada una vez mas, y cuando parecia que el muchacho asestaria un golpe éste lo elude con facilidad, metiendo el pie en el proceso y provocando que el chico se tropezara y cayera en el duro y congelado suelo.

"ggr una vez mas Black Hound, necesito darte ese golpe" exclama el muchacho mientras comienza a reincorporarse, a lo que el caballero responde "Descanza Kaleb, fue todo por hoy".

Al caer la noche una cálida fogata alumbraba su pequeño campamento, el muchacho que respondio al nombre de Kaleb cocinaba lo que al parecer era una rudimentaria sopa en un pequeño cazo, mientras que Black Hound, el caballero oscuro, afilaba su espada con una roca recargado en un arbol cercano "No lo haces mal Kaleb, pero te empiezas a desesperar muy pronto, si no estas conciente de lo que haces mientras luchas no sobreviviras, deberemos trabajar en eso mañana" le dirige finalmente, con un tono de voz calmado y seguro, cual maestro enseñaría pacientemente a su alumno.

"Haré mi mejor esfuerzo, ya lo verás" le dirige el muchacho a su maestro antes de comenzar a cenar, luego de escucharlo el caballero oscuro prosiguio a afilar su arma.

Pasado un rato Kaleb ya se encontraba dormido, sobre un modesto tapete que colocó a una distancia prudente de la fogata, Black Hound por otra parte se encontraba sentado del otro lado de esta, descansando su diestra sobre su rodilla derecha, apoyando su otra mano en el suelo no dejaba de observar a su acompañante, debido al yelmo que cubria totalmente su rostro su expresión ante tan peculiar panorama era desconocida, pero reflejaba la de un guerrero velando por su joven aprendiz, estricto en el entrenamiento pero comprensivo fuera de este. Sin duda, aquel muchacho significaba mucho ms que un aprendiz y acompañante para la misteriosa figura.

Con ayuda de su espada procede a levantarse, clavandola muy cerca de la fogata en el proceso, comenzó a caminar en dirección hacia el congelado rio, pasando por secos arboles y arbustos mientras pequeños copos de nieve comenzaban a caer, creando una melancolica escena con cada paso que daba, al parecer Black Hound tenia sed, y ademas ganas de respirar mas libremente un aire particularmente limpio, acelera su paso una vez que divisa el helado caudal, retirando mientras tanto la parte baja de su yelmo, descubriendo unicamente su boca. Una vez frente al rio se acerca a la orilla, y al hincarse golpea con su puño el hielo que lo cubria, desprendiendo un pedazo del tamaño de su palma que es cachado en el aire, del cual bebe el agua en la que se convertia al derretirse en su otra mano. "pura y limpia, como debe ser" piensa para si mismo al ingerir el vital líquido.

Luego de satisfacer su sed vuelve a colocar aquella placa de vuelta al yelmo, "Se que estas ahi Lycan, puedo sentirte desde hace rato" dice el caballero oscuro con voz clara al reincorporarse, a aquella prescencia que los observaba desde que se encontraban entrenando.

Curioso cual felino, aunque ironicamente era un hibrido de canino, por dentro el caballero oscuro no pudo mas que sonreir levemente ante la actitud del lycan, cosa que no se percibia debido a su yelmo. de alguna forma el extraño tenía parte de la personalidad y carácter que le hubiera gustado tener, mas sin embargo una parte de su oración lo hirió accidentalmente, el afirmar que no era normal forzosamente le recordaba que habia nacido para estar en soledad, que su poder interno y su problema en controlarlo le impedían interactuar con la gente con normalidad. quiso responder severamente a eso, pero se contuvo cuando comprendio que el comentario habia sido involuntario, despues de todo, si él no tuvo la culpa de eso un extraño mucho menos.

"Sabia que nos seguias desde que estabamos entrenando, pero como no percibí maldad alguna en ti supuse que no eras amenaza y lo deje pasar hasta ahora" correcto y seco, de esa forma solia conversar con gente nueva, aunque trabajaba duro para obtener mas fluidez al relacionarse, cosa con la que lo ayudaba Kaleb, su joven acompañante que fungia como su guía por el reino, y que por petición de el mismo le estaba enseñando a pelear.

Volteo a ver al extraño Lycan, sus llamativos ojos ruby, que era lo único que se apreciaba en la oscuridad de su yelmo lo observaban de pies a cabeza: de complexión atletica, resistente a las inclemencias climaticas, fuerza y velocidad excepcionales, como lo era comun de su raza, y un gran poder interno.

Lejos de molestarlo, la prescencia y llegada del extraño le dio una mejor idea al guerrero oscuro, pero antes que todo procedio a presentarse "El nombre es Black Hound, pero supongo que ya lo sabes por todo lo que escuchaste" dice de una forma un tanto jugetona, dando a entender que conocia de otras razas, de sus hábitos, habilidades y costumbres. "Llegue hace poco tiempo a este reino y me diríjo a Dragon Land, Kaleb es mi guia aqui y mi aprendiz" agrega mientras da la vuelta a observar la clara y brillante luna que brillaba esa noche, y que en conjunto con los copos que caian y lo cristalino del congelado rio hacian que el panorama en verdad pareciera estar hecho de plata.

"En verdad me agrada este lugar, podría quedarme aqui meses" comenta una vez mas, a la vez que extiende la diestra hacia la luna, poniendo la palma abierta de frente a ella, " buenos parajes, interesantes lugares, y sobre todo, guerreros fuertes" volteando a ver al Lycan al mencionar las últimas dos palabras, "Si dices que yo te he llamado la atención tu lo has hecho mas. Que dices de una pequeña contienda?" agrega un emocionado Black Hound "No será nada serio, solo quiero algo de entretenimiento esta noche".

Con esto le quedó claro al Lycan que el misterioso caballero gustaba de los placeres de un buen combate, como todo buen drakonian, su espíritu de lucha era excpcional, ademas se dio cuenta que Black Hound no solo era bueno en combate armado sino que tambien en lucha a mano limpia, como lo demostró al colocarse en una posición de guardia con los puños y esperando la respuesta del licántropo.

Ansioso por probar la fuerza del lycan, Black hound bloquea con la muñeca el primer golpe de Specchio, dirigido a su yelmo, la fuerza fue tal que hizo una pequeña abolladura en esa parte de la armadura. para entonces el caballero oscuro habia retirado de su armadura los picos que pudieran representar un obstáculo para su adversario, y asi igualar un poco las oportunidades.
Si por él fuera tambien se retiraria su armadura, pero eso representaría un gran problema para los habitantes de Renais, ya que al hacerlo regresaría inevitablemente a su forma original, la cual era extremadamente inestable y poderosa, y sería muy dificíl volverla a sellar, aun asi, al vivir tanto tiempo dentro de esa oscura fortaleza formo un vínculo tal que cualquier golpe contundente que esta reciba era sentido por el drakoniano como si fuera su propia piel. viendolo de esa manera practicamente se encontraban peleando como iguales.

"Lo imaginaba, tu fuerza es impresionante" remarca el caballero a su adversario, para despues responder con una patada alta al hombro, que es bloqueada de la misma forma como el se defendio instantes antes. Luego del primer intercambio ambos dieron un salto hacia atras, tomando algo de distancia y preparandose para su segunda ofensiva.

La nieve caia cada vez mas y mas, cubriendo de blanco el lugar que fungia como ring para los 2 guerreros. golpe, bloqueo, golpe, bloqueo, patada, bloqueo, pareciera que estaban leyendo completamente los movimientos de su oponente, ya que ninguno hasta ahora habia dado en algo que no fueran sus palmas, muñecas o antebrazos, aunque la pelea no era totalmente en serio, los golpes que daban podian escucharse a varias decenas de metros a la redonda, dando evidencia del poder de aquellos dos fieros peleadores, el Lycan explorador y guardian de esas tierras, y el drakoniano forastero que buscaba la tierra de sus ancestros. Mientras seguian tratando de dar en el blanco el uno del otro eran capaces de moverse agilmente a las orillas del rio congelado, el cual reflejaba cada movimiento y detalle de la asombrosa coreografia, pareciera que ambos lo disfrutaban, ya que ninguno hasta ahora daba signos de frustración y al contrario pareciera que prolongarían un poco mas el golpe-bloqueo hasta que alguien lograra golpear algun punto importante del adversario.

Paso un rato desde que el intercambio de golpes comenzo y aun no habia nada que pudiera inclinar la balanza hacia algun contendiente, por un lado el Lycan podria aguantar por mucho mas tiempo el ritmo que llevaba la pelea, pero comenzaba a recibir poco a poco la ofensiva enemiga, por otra parte el Dragón comenzaba a dar signos de cansancio, puesto que aquel frio y blanquecino paraje no era su habitat natural, y si algo puede detener a tan bravo guerrero es el frio intenso, ademas de que su armadura habia sido ligeramente abollada al bloquear y recibir algunos ataques, aún asi el caballero se esforzaba y no dejaba que el frio que poco a poco comenzaba a resentir lo detuviera de tan entretenida contienda.

Cuando se disponia a bloquear un golpe mas que el Lycan le dirigia piso sin darse cuenta la orilla del lago congelado, la reacción instintiva de recuperar el equilibrio provoco que el ataque entrara completamente debido a la distracción, dañando parte de la visera superior del yelmo y haciendolo retroceder un poco, por un momento sus llamativos ojos desaparecieron de la penumbra del casco, pero volvieron cuando este acomodo la parte dañada del yelmo, dirigiendole un "buen golpe" al Lycan y regresando a su postura de guardia.

poco a poco, y sin que ninguno de los dos lo notara se fueron acercando y luego adentrando poco a poco en el congelado rio, enfrascados profundamente en su lucha tampoco se percataron de que una tercer persona les observaba mientras combatian recargado sobre uno de los tantos arboles de copa blanquecina.

No era otro mas que Kaleb, el muchacho que acompañaba a Black Hound. cruzado de brazos mientras les observaba divirtiendose en ese duelo no pudo mas que reir un poco y decir para si mismo "cada vez te pareces mas" en referencia a su mentor y a una persona querida para el que habia perdido tiempo atras.

Pero que demonios?¡¡ fue lo que penso Black Hound cuando el suelo en el que combatían acabo por colapsarse, enviandolos a los dos a las heladas aguas bajo el rio, ante la pregunta humoristica del lycan acerca de si podía nadar, el caballero oscuro, luego de emerger despues de el para tomar aire añadio: "Lo dejamos en empate?" seguido de una ligera risa por parte de ambos antes de comenzar a nadar hacia la orilla.

Un rato despues, los tres se encontraban alrededor de la fogata, con Specchio secandose lo mas que podia puesto que no llevaba otro cambio y Black Hound tratando de entrar en calor usando su propia magia.

Por otra parte, Kaleb sacaba de entre las cosas que cargaban en el viaje un paquete atado con un pequeño mecate, que al abrirlo revelo unas cuantas gasas y una botella corchada con lo que parecia ser alcohol para uso médico, cosas con las que se disponia a tratar a los dos peleadores que no pudieron concluir su contienda, "Y bien, se divirtieron?" pregunta de forma sarcastica mientras preparaba el material, Black Hound, quien se encontraba reajustando la visera de su casco responde "Para ser un duelo de practica quede satisfecho" .

Mientras terminaba de vendar las lesiones del Lycan y de su Maestro el joven se topo con un inconveniente, su Maestro tenía una lesión que no podia ser tratada a menos que se retirara el yelmo, y cuando se disponia a pedirle al Lycan que se volteara o cerrara el ojo su Maestro le indico "Esta bien Kaleb, merece ver contra quien luchó" . "Estas seguro?" le preguntó Kaleb, a lo que su maestro afirmo nuevamente.

Dicho esto el caballero oscuro procedio a retirarse el yelmo, con poca dificultad debido a una muñeca vendada debido a los golpes que bloqueo saco su casco con ambas manos, colocandoló frente al fuego.

La sorpresa del Lycan no se hizo esperar, cuando vio que, el misterioso y fuerte caballero con armadura oscura con el que combatió era en realidad una Drakonian, de cabello negro largo, escamas agudas en las mejillas que parecian cicatrices, dos pares de cuernos color plata a los lados de su cabeza, pupilas rojas y caninos evidentes, además de una extraña runa en la frente y una herida en la ceja izquierda, que era la que Kaleb necesitaba tratar.

Momentos despues de la revelación, Black Hound volvio a hacer uso de la palabra "Black Hound es mi sobrenombre, soy Lanthe Astray, y fue un placer combatir contigo" .

"Kaleb, Kaleb Esnir" respondio claramente el muchacho, mientras volvia a guardar los materiales que uso para curarlos despues que su inesperada zambullida, "Soy de Odizah sr. Specchio, ademas de guia y aprendiz de Lanthe" agrega con un poco de entusiasmo, como era su costumbre.
Sintiendose en confianza con el invitado, el muchacho procedio a contarle un poco mas de su historia, desde su niñez siendo un pequeño ladrón, de su hermana mayor reena y de como la perdió por una enfermedad, hasta su vida en odizah y de como se topo con Lanthe.

Durante su entretenida charla una ventisca se hizo sentir por el lugar, atravezando de alguna forma los abundantes arboles que rodeaban el campamento y amenazando con apagar la fogata que tanta falta les hacia a los 3.
Ante esto Lanthe se hinco, tomo con su mano izquierda su muñeca diestra, apuntando con la palma abierta hacia la fogata y lanzando una considerable llamarada que avivo nuevamente su fuente de calor, sobandose la diestra un poco luego de usar su elemento mas familiar regresa a sentarse, mientras que su acompañante e invitado le agradecian su intervención.

Pasado un rato la ventisca cesó, el muchacho revisaba el mapa que Lanthe le habia otorgado en Odizah, y el Lycan continuaba secandose lo mas que podía, que ya era poco lo que le faltaba, fue ahi cuando una curiosa Lanthe pregunta: "Specchio, y cual es tu historia?" mientras terminaba de reparar su yelmo, intrigada por el Lycan del cual solo conocia su nombre.

"El hijo de la luna, he escuchado esa leyenda" añade Kaleb, quien dejo lo que estaba haciendo para escuchar mas atento el relato del Lycan.

No se imaginaria el Lycan que historias como la suya no fueran tan raras alrededor del mundo, mucho menos que se encontraba conviviendo con un ser de naturaleza similar.

Atenta en todo momento a todo lo que relató el invitado, la draconiana, sentada en una roca grande coloca su casco al lado de su espada, muy cerca de la fogata, y se recuesta boca arriba en la roca, con aquella rigida armadura puesta aun en momentos de descanso como ese, puso sus antebrazos atras de su cabeza a manera de almohada y contemplo tranquilamente a las estrellas "No suelo juzgar a la gente por su raza, o naturaleza, sino por lo que hacen, hicieron o desean hacer. por lo que me cuentas tu diste todo lo que estuvo en ti para protegerla, quizá por eso te dieron una oportunidad mas, ojala y esta vez logres tu objetivo”
Después de eso su tono de voz se volvió un poco mas triste y melancólico, a la vez que cerraba sus orbes mientras continuaba conversando “A diferencia tuya, yo no tengo idea de lo que soy realmente, no se de donde vengo, quien es o fue mi padre verdadero, por qué soy diferente a los demás de mi especie o cosas por el estilo. Black Hound es solo una identidad que invente para poder encajar en mi antiguo hogar, fuera de los combates que podía tener no era una vida de lo mas agradable. Hasta que aquel drakonian, Merlokk, me hizo detenerme a pensar: cual es mi objetivo?, mi razón de ser y mi rol en esta tierra? Padre me dijo que todo el mundo tenia uno, quisiera saber cual es el mío, si es que tengo alguno, aun si estuviera destinada a una responsabilidad tan grande, y que pudiera costar mi vida la aceptaría con gusto. Es por eso que me dirijo a Dragon Land, la tierra de mis ancestros, quizá ahí halle alguna pista de lo que soy realmente”.

Que irónica suele ser la vida, la dragón no se imaginaba lo importante que sería su rol en un futuro no muy lejano, es solo que las circunstancias de su nacimiento le impidieron saber todas esas respuestas que tanto buscaba, una mala jugada del destino a decir verdad.

Luego de relajarse un poco después de contar aquello, Lanthe regreso su vista al hermoso cielo estrellado, un extraño sueño volvía a ella cada vez que las veía.

“Sabes una cosa, de vez en cuando tengo un sueño, uno donde siento que viajo en un mar de estrellas, alrededor de cometas, enormes rocas, gigantescas y coloridas nubes parecidas a auroras y mundos hechos de fuego, no se porqué, pero cada vez que aprecio ese bello panorama que esta ahora sobre nosotros me siento como en casa, como si perteneciera ahí, je, no es raro?”

Tomo un suspiro después de contar aquello, aquel Lycan parecía alguien de confianza, y sentía que podía hablar con toda sinceridad, demostrando tener a pesar de todo un lado sensible bajo aquella vestimenta fría y oscura que se veía forzada a portar la mayor parte del tiempo.

¿Y quien no habria escuchado esa leyenda? Gracias esa misteriosa bardo que compuso dicha melodia, la euforia habia comenzado. El deber de los guardianes es investigar quienes buscan a ese niño y con que fines... para impedirles acercarse, no meramente siempre con una batalla... Y aunque fueran pocos los que realmente se animaran ninguno tenia pista clara... Aunque hubo ya un draconiano que vio al niño hebras de plata y el lobo tuvo que actuar de inmediato.

Bajo levemente la mirada al escuchar las primeras palabras de hound, ni el mismo sabia por que era que le habian dado otra oportunidad... Suspiro pesadamente. -Eso en parte es bueno asi puedes ser quien tu quieras sin que un pasado te ate. Seguro luego descubriras el por que de tu existencia, incluso los mismos humanos se cuestionan eso amenudo.-Pese a ser fuertes, un guerrero siempre mantiene una lucha constante, con los fantasmas de su pasado... o los demonios internos. Bien dicen que el peor enemigo de una persona, es si mismo.

-Ya nada me parece raro la verdad- Rio levemente serio y por lo bajo. Miro al humano... -Sin duda alguna tienes un maestro bastante sabio trata de hacer caso en todo lo que diga... - Reconocio, los dragones sin importar que, eran sabios, hound no era la excepcion. Specchio no habia conocido hasta el momento a uno imprudente o impulsivo, que no pensara las cosas, o cuestionara el por que de algo, quiza esa curiosidad y conocimiento al igual que sabiduria, eran natos...

Los copos de nieve no dejaban de descender, algo muy usual en el paraje, pero no por eso deja de ser algo sumamente atrayente, pues el sitio parece estar hecho de plata. Pese al frio, specchio se encontraba bastante comodo en el sitio, ha decir verdad hacia mucho que no tenia una charla como aquella... la mayor parte del tiempo hablaba con aure, la otra con amaranth, pero este ultimo era aun mas reservado que el y extraño era cuando le veia. -Ahora que lo pienso ¿Conoces el camino correcto para llegar a Dragonland? - Cuestiono mirando al menor de los tres -Si no tienen inconvenientes puedo guiarles hasta alla. Conozco uno que otro atajo- Y camino seguro para el pobre humano tambien, aunque bueno, no le subestimaba y sabia bien que la draconiana que les acompañaba no iba a permitir que algo le pasara. Pero los gases sulfurosos del sitio y el terreno maltrecho hacian algo dificil el trayecto.

Sin duda alguna había muchas cosas que Black Hound ignoraba de estas nuevas tierras, por esta razón había tomado al joven Kaleb bajo su ala, el muchacho había demostrado ser muy vérsatil, sabia primeros auxilios, algo de herrería y rutas para llegar a otros destinos.

Ante la pregunta y el ofrecimiento que el Lycan le hizo, Kaleb le mostro el mapa que estaban utilizando, y señalaba con el dedo el camino que tomarían al amanecer en su camino a la tierra de los dragones. Según lo planeado la ruta era lineal y segura, y pasaba por algunos puntos de interés antes de llegar a su destino.

“Este es nuestro plan de viaje, tenemos pensado hacer unas cuantas paradas antes de llegar a dragon land, aunque picaste mi interés, a que atajos se refiere Sr. Specchio?” comenta el muchacho al Lycan antes de que empezaran a intercambiar ideas respecto al tema.
De lejos, la Draconiana no pudo mas que expresar una leve sonrisa al ver que tan bien se llevaban su guía y el Lycan, como si se conocieran de toda la vida, y por primera vez en mucho tiempo comenzó a sentir una satisfacción interna que ni ella misma podía explicar, algo fuera de su instinto y de su usual perspectiva realista de las cosas “Quizás él tiene razón, quizá deba dejar ir poco a poco el enigma de mi pasado, y prestarle atención a lo que tengo a mi lado ahora” piensa para si misma mientras vuelve a recostarse en aquella gran roca, mirando el claro cielo estrellado del cual descendían los platinos copos de hielo que cubrían el tranquilo y majestuoso paraje.

A la mañana siguiente, lo único que quedo de su estadía entre aquellos nevados árboles fue una pequeña mancha negra en forma de estrella de lo que alguna vez fue la fogata que les dio calor toda la noche. El cielo naranja del amanecer fue reflejado tanto por la cascada como por el rio congelado, haciéndolo parecer de oro, mientras tanto, rio abajo las tres siluetas se encontraban caminando , Kaleb cargando un no muy grande envoltorio, con todo lo necesario para el viaje, además de sus dos dagas en vainas a un lado de su costado y Black Hound portando nuevamente su yelmo, con su espada Enuma colgando a su espalda. “A donde te dirigirás ahora?” pregunta la draconian, presintiendo que muy pronto tendrán que dividir caminos.

"Ya veo" respondio Black Hound al Lycan, momentos antes de toparse con una bifurcación, un pequeño tramo en el camino que revelaba dos caminos, el principal, que continuaba al que estos seguían, claramente se dirigia a la ciudad de Renais, y el otro, que se dirigia aparentemente a las montañas que rodeaban aquella ciudad y que en esos momentos estaban entre los tres viajeros y el amarillo sol del amanecer.

Los tres viajeros se detuvieron un momento en la división de caminos, a la vez que una fresca brisa matutina corria llevando consigo algunas hojas y tierra al lugar, el caballero oscuro saca de entre su armadura un pequeño emblema, de lo que parecia ser el escudo de una legendaria tierra llamada Dralian, y se la entrega al Lycan "Si alguna vez necesitas nuestra ayuda, úsala".

Dicho esto estrechó su diestra en señal de respeto y despedida "Por lo pronto, seguiremos nuestro viaje, hasta pronto".

Y asi, Black Hound toma el camino hacia las afueras de la ciudad, continuando su jornada hacia Dragon Land, y seguido de Kaleb, quien despues de decir amablemente "Hasta pronto Sr. Specchio, y gracias por sus indicaciones" corre por aquel camino para alcanzar a su maestro, satisfechos de lo que han vivido y recorrido hasta ahora, y de los amigos que han hecho en el camino, ambas siluetas desaparecen poco a poco en el cegador horizonte del sol matutino.